Duki: euforia, locura y caos en la primera de sus dos noches de shows en Paraguay

Podría decirse que “a lo Beatle” anoche reinó la euforia colectiva en un SND Arena repleto hasta el último rincón. La cita era esperada por los fanáticos acérrimos de Duki, uno de los raperos más representativos de la escena argentina y que rápidamente ganó una fama global, aún más con su último álbum “Ameri”, cuyas canciones vino a presentar aquí. El artista vuelve a actuar hoy y las expectativas son aún más grandes.

Duki en un momento del show ofrecido anoche en el SND Arena.
Duki en un momento del show ofrecido anoche en el SND Arena.Gentileza

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Eran alrededor de las 20:30 y el lugar ya estaba repleto. Con el correr de las horas se fue desbordando la ansiedad. El lugar entero era una bomba de energía, de felicidad y de ganas de disfrutar. Por suerte, para las 21:00 el artista nacional invitado supo contener esa intensidad y sacó a bailar y saltar a la gente.

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El encargado de romper el hielo fue el rapero Friggiftm, en compañía de otros artistas de su crew y representando su ciudad, San Lorenzo, de la que se sentían orgullosos. Con temas propios, llenos de barras honestas, el artista se entregó al escenario y demostró también su sorpresa y alegría por semejante oportunidad y un recibimiento respetuoso. Es que todos los presentes saben que el rap se trata de comunidad, solidaridad y de potenciarse entre todos para crecer juntos.

Tras la bocanada de fuerza que trajeron los sanlorenzanos, volvió la cuenta regresiva anhelando que sean las 22:00, la hora pactada para que arranque el show del “Duko” como lo llaman también.

Puntualmente ingresaron a escena sus músicos Yesan (-Federico Rojas- guitarras, teclados y coros), Julián Montes (bajo) y Andy Vilanova (batería), una muralla de sonido fundamental y poderosa para defender en vivo las canciones de Duki y entender también el poder de su show en vivo.

Es que no podía ser de otra forma, si Vilanova integró las emblemáticas bandas metaleras Carajo y A.N.I.M.A.L.; Montes también está en las filas de Barro -proyecto heavy paralelo del ahora mundialmente famoso CA7RIEL-, y Yesan es un talentoso multiinstrumentista, cantante y el principal productor de Duki (incluso una de las guitarras eléctricas que usa en el show es de siete cuerdas, algo muy metalero).

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La euforia juvenil, como una ráfaga, en un segundo amenazó con tirar abajo el lugar. Sacando afuera la comparación sonora, sí me atrevería a pensar si ¿era así la euforia Beatle? Gritos agudos, ensordecedores, empujones, desmayos, gente que debía ser auxiliada. Posiblemente.

Lo que sí, Duki saltó a escena como un disparo y para los fans todos se alineó. “Leimotiv” fue la introducción para luego arremeter con “Nueva era” y “Brindis”. El ambiente se tornó en explosivo y el “Duko” tuvo un coro de miles de gritos para acompañar palabra por palabra y reafirmar cada sentencia.

Termina de cantar y el aullido de la gente es feroz, se eleva, mientras él saluda sonriente y también eleva la mirada, como encontrando en el aire las partículas de esa felicidad que abraza con gratitud. “¡Gracias por el amor y el recibimiento!”, expresó, advirtiendo también (como lo hizo en varios momentos en que paró el show) que la gente disfrute segura, para que a nadie le pase nada. “Esto es una fiesta, el maldito modo diablo en Paraguay”, afirmó.

“Buscarte lejos” e “Imperio”, en un modo más melódico bajaron el tempo musical pero nunca la intensidad de la gente. Tras estos temas Duki, quien hasta el momento estuvo en el medio de un escenario que representaba el símbolo de “Ameri”, un símbolo de cuatro puntas, como señalando todas las aristas de un artista versátil, se bajó a la parte más cercana hacia el público.

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“Gracias por ser nuestro Ameri”, rezaban también varios carteles que se repartieron los fans, asumiendo ese lugar que el artista sembró y conquistó, como un continente especial para disfrutar de la música y crecer juntos. “Hardaway”, “Cine” y “Vida de rock” sonaron de seguido, en tanto su banda, robusta, daba todo por las canciones.

Entre varias paradas al show, para que la gente pueda calmarse y respirar, así como dar lugar hacia el frente hacia quienes pedían ser asistidos, Duki pedía respeto y esperaba amansar esas aguas que él mismo revolvía con su arte. Sabe de lo que es capaz pero también la seguridad estaba primero.

“No drama” y “Barro” siguieron en la lista de temas, en tanto el artista afirmaba con sus canciones que lo importante es vivir el momento. “Si no canto lo que siento, me voy a morir por dentro”, cantaba como sample la voz de Luis Alberto Spinetta, pues “Barro” hace un guiño a “Barro tal vez”, mientras Duki miraba para arriba, como una confirmación de sus intenciones.

“Un día más”, “Trato de estar bien”, “Wake Up & Bake Up”, “Constelación”, siguieron sonando y la energía nunca decaía, mientras la gente elevaba su grito como ritual que buscaba conjurar que ese momento dure para siempre. “Quiero disfrutar todo el tiempo que me queda”, subrayaban todos juntos, entendiendo que Duki le canta a su generación, a una que entiende que la vida es intensa últimamente y el disfrute es ahora.

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“¿Cómo no sentirme bien con todo lo que me da la vida?”, se pregunta en “Ameri”, canción que da nombre al disco y concepto del cual la gente se apropió, y en la cual incluso experimenta con el recurso del vocoder, con el que puede multiplicar su voz en diferentes tonalidades, agregando capas de texturas. Con este tema hizo una de sus primeras despedidas, algo que no fue más que un amague porque el show luego duro como una hora más.

Su banda se quedó en escena sola, teniendo un momento instrumental de otro planeta, como haciendo un paseo musical por todos los géneros que atraviesan con Duki -como un intermedio- desde el rap más filoso, pasando por el reggaeton, coqueteando con el drum & bass, el pop rap, y mucho más.

Volvió a escena con “Rockstar” y todo volvió a desequilibrarse abajo y en las graderías. Se podía ver a una masa de gente saltando e incluso pogueando, un acto muy cercano al rock, pero que ya es adquirido como una expresión de energía y emoción por todos los estilos. ¿Por qué no? decir que esto es parte de la discusión de si el rap es el nuevo rock, al menos cuando hablamos de actitud y convocatoria. Y sí que lo es.

“Goteo” y “Antes de perderte” sonaron como estruendos, mientras Duki agarraba como una bufanda de Paraguay y una bandera, mientras la gente no paraba de saltar y arengar, en lo que ya era nada más un espiral en ascenso hacia la locura total. El público sabía que el final estaba un poco cerca y no quiería defraudar.

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Pero Duki, con su show, sabe cómo nivelar las emociones y después de esta intensidad, se sentó al borde de uno de los pisos del escenario y con la lluvia detrás en las pantallas cantó “No me llores”. De aquí siguió un momento acústico, en un plan intimista, con sus músicos al centro, alrededor de él, para hacer “Me enseñaste” y “Ticket”, como tajantes baladas que muestran su lado más vulnerable.

“She don’t give a fo”, “Hello Cotto”, entre otros temas, sonaron hacia el final, en un fin de fiesta donde público y artista le pusieron la firma a una conexión y locura inquebrantable. La gente respondió sin decaer un solo segundo y Duki lo agradeció con lo que mejor sabe hacer: entregar sus canciones con fuerza y poner en palabras lo que muchos de su generación hoy en día piensan.

Si bien “Ameri” es su cuarto álbum de estudio, Duki es consciente de que la tan mentada fama le ha llegado demasiado rápido. Aunque igual piense un poco en que en la carrera hay competencia o “haters”, también sabe que todo se puede esfumar en un segundo. Por eso reflexiona sobre los afectos y lo efímero de los momentos, como este, que él prefiere llevarlo guardado en la memoria.

“Ameri” es su trabajo más introspectivo, con el que también, quizás cierra una etapa y una narrativa, desafiándose más adelante para ver hacia dónde puede seguir y con qué puede sorprender no solo al público sino a él mismo. Pues la vida es eso, no perder la capacidad de sorpresa y de conexión con uno mismo y con los demás.

Duki vuelve a presentarse esta noche en el SND Arena y todavía quedan entradas en venta. Esta vez la apertura estará a cargo de la cantante 411Y.

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