Amy Winehouse fue como un torbellino que arrasó en la industria musical. Apareció con fuerza en el panorama internacional a finales de la primera década del 2000, pero las adicciones la llevaron a un prematura muerte a la edad de 27 años, el 23 de julio del año 2011.
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No obstante sus canciones lograron trascender al tiempo y siguen sonando hasta hoy en las radios. Una gran prueba de ello fue el concierto que ofreció ayer The Amy Winehouse Band, la agrupación dirigida por el bajista Dale Davis, quien fue músico y amigo de la cantante.
La agrupación que llegó a Asunción estuvo integrada además por el guitarrista Hawie Gondwe, el saxofonista Dave Temple y el trompetista Henry Collins, quienes también fueros músicos de Winehouse. El conjunto se completó con el baterista Stuart Anning y el tecladista David Tim, así como la cantante Bronte Shandé.
Fluyendo entre el soul, el jazz, el funk, el reggae y hasta el ska, The Amy Winehouse Band ofreció un amplio recorrido por la trayectoria musical de la artista que tuvo a “Know You Now” como el punto de partida, enganchando al público con el preciso sonido de la banda, así como la deslumbrante voz y el carisma de Bronte Shandé.
“Buenas noches Asunción ¿están listos para celebrar el legado de Amy Winehouse?“, consultó la cantante. Luego presentó a ”October Song", un tema de “Frank”, el primer álbum de la artista, que desde el soul se introdujo hacia el jazz.

Invitando al público a chasquear los dedos, la agrupación dio paso a “In My Bed”, seguida por “Stronger Than Me”. Con un gran carisma y una voz muy similar a la de Winehouse, Bronte Shandé presentó a “Moody’s Mood for Love” como la canción con la que conoció la voz de Amy, cuando tenía alrededor de ocho años. Así llegó este tema, con un espíritu reggae y un ritmo más acelerado.
“Esta es una de mis interpretaciones favoritas de Amy”, exclamó la cantante antes de iniciar “You Sent My Flying”. Su voz resonó acompañada solamente por el teclado y una breve intervención de la trompeta.
El reggae llegó con “Cupid”, para luego presentar a cada uno de los miembros de la banda, con su correspondiente solo. “Es un gran honor poder cantar con estos músicos”, expresó Shandé y, luego, invitó al públicó a gritar “We love you Amy!” (“¡Te queremos Amy!”).
La canción “I Love You More Than You’ll Ever Know” despertó una ovación de pie en el teatro y, en medio de la emoción y el asombro, la banda siguió el show con la sentida “Love Is a Losing Game”. Subiendo la energía llegó la animada y empoderada “Tears Dry on Their Own”, que la platea bailó de pie.

“Back to Black” también resonó en la noche, con unos sutiles coros aportados por los músicos, para luego dar paso a “You Know I’m No Good”, otro de los grandes éxitos de Amy.
La sensual “Me & Mr. Jones” estuvo acompañada por solos de saxo y trompeta, los cuales entablaron una suerte de diálogo. Después fue el turno de “Rehab”, el gran éxito en el que Winehouse rechaza la idea de ir a un tratamiento de rehabilitación, y que el público acompañó cantando y aplaudiendo.
“Monkey Man”, una alegre canción con ritmo de ska, encendió aún más al público y también al saxofonista quien recorrió el escenario bailando. Tras una breve pausa, Dale Davis reapareció en escena para ofrecer un solo de bajo como introducción a la potente “Valerie”, que cerró una noche repleta de emociones.
Loida Liuzzi y la fuerza de la guitarra eléctrica
“Un hermoso público”, expresó Davis y recordó a Amy como “una persona maravillosa”. También elogió el sonido de la sala y el trabajo de todos los que hicieron posible este show, así como a la guitarrista paraguaya Loida Liuzzi quien se encargó de abrir el concierto.
Poco después de las 21:00, Liuzzi subió al escenario y deleitó al público acompañada por su guitarra eléctrica y algunas bases rítmicas pregrabadas. La artista presentó composiciones propias como “Enjoy The Run” y “Little Big Things”, esta última dedicada a su papá.

Con una gran fuerza interpretativa, la artista también ofreció una versión de “Caruso”, antes de cerrar su aplaudida presencia con otra composición propia: “Mediterráneo”, inspirada en su viaje a Tarifa, España, donde se puede observar la conjunción de dicho mar con el océano Atlántico.