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Porque -al menos para el imaginario colectivo- el verano no es tal sin música, playa y movimiento. Entre actividades deportivas, salidas nocturnas o solo un instante distendido... tan inquietas, pegadizas y edulcoradas, las canciones de estación se filtran a nuestros oídos. Melodías populares que -nos agraden o molesten-, rotan hasta el cansancio dondequiera que haya música.
Con un estribillo que nadie pudo entender, una banda de cuatro hermanas de apellido Muñoz logró meter su tema entre los más exitosos. Pero, ¿qué decía el coro? Ni un idioma peculiar ni una letra subliminal (?). Se trataba de una particular "traducción fonética" al castellano de la primera estrofa de Rapper's Delight, tema de la banda estadounidense Sugarhill Gang. ¿El resultado? Casi siete millones de sencillos vendidos, el puesto número uno en más de veinte países, traducciones al 'spanglish' y portugués; y un bailecito que aún no se olvida...
El grupo tropical uruguayo que puso ritmo al 2001. Por aquellos días, la mezcla de candombe, murga y música tropical de Mayonesa los posicionó en lo más alto de los charts. Palmas, chocolates batidos y una escena de conquista quedaron inmortalizados en aquel viejo verano. Como suele suceder con las canciones de estación, del grupo nunca se volvió a saber.
Lanzada en 2008, se ubicó rápidamente entre las más exitosas de 2009, con una amplia rotación en toda Iberoamérica. La edulcorada declaración de amor logró diez discos de platino, solo en España. "Mi corazón esta colgando en tus manos / Cuidado, cuidado / que mi corazón está colgando en tus manos", repetía el flirteo musical. Después de tanto amor, y seis años después, la española disparó contra su par: solo había cobrado "6.000 euros" por acompañar a Baute.
Tras la explosión de Vísperas de Carnaval -el disco que incluía temas como Baila para mí y Para no verte más-, la agrupación argentina volvía al ruedo con un nuevo hit. Con astucia en su letra, melodía pegajosa y un estribillo recurrente, la canción no paraba de sonar en las radios.
Si algo le faltaba a la excompañera de Thalía en tiempos de Timbiriche, era atravesar las fronteras de México y trascender a nivel mundial. Fue exactamente lo que ocurrió con esta canción, que trepó cómodamente hasta ocupar la posición número 1 de listas, no solo de América, sino también de países de Europa y Asia. " Si a ti te gusta morder el mango bien madurito/ Ven, mírame a mí, tengo colorcito", repetía la mexicana, en plena conquista pop.
Desde el reality musical español Operación Triunfo, y de la mano del compositor y productor colombiano Kike Santander, David Bisbal irrumpía al mercado musical de la mejor manera. En España fue tal el éxito, que lo llevó a acreditarse un Disco de Diamantes al millón de copias en tiempo récord. El artista había llegado a Paraguay en abril de 2007, en una presentación en el Yacht en la que, sin embargo, la convocatoria no fue muy relevante.
Con el amor de luto y una letra desgarrada -aunque optimista-, el cantautor pop del momento ponía música al verano de 2005. "Mal parece que solo me quedé / y fue pura todita tu mentira", arengaba el músico en la canción convertida en número uno en más de 43 países.
Escrita por Estéfano y Marcello Azevedo, el puertorriqueño Chayanne presentaba otro hit a su más puro estilo. Enérgico, pegadizo, latino y pop, el vocalista le declaraba a su chica su más desesperado amor. "Que yo te necesito como el perro al amo / que si tú no respondes aquí todo es caos (...)".
Con influencias del reguetón y la cumbia colombiana, la artista latina convertida en ícono pop global protagonizaba junto a Wyclef Jean un verdadero hit. "Yo no sabía que ella bailaba así / aquella noche yo me enloquecí", rezaba el tema de Shakira, mientras demostraba al mundo que "las caderas no mienten".
Con las hormonas al mando y una historia de verano, los Decadentes difundían en 2003 un nuevo clásico. Un chico haciendo dedo y una chica con un jeep -que resultaba ser una prima lejana- pintaban la fantasía veraniega del universo más "decadente".