Mucho público disfrutó de nuevas obras como “Asajekue”, de Mateo Servián Sforza, “Colosal”, de Daniel Luzko, y Bagatella Paraguaya para violín y orquesta, de Miguel A. Echeverría. Estas composiciones agrandan el repertorio de la música sinfónica paraguaya.

En la noche sonó también la Rapsodia Paraguaya, de Remberto Giménez. Este ciclo da espacio y visibilidad a nuevas composiciones paraguayas como también a directores en ascenso. Por tal motivo, la OSCA fue dirigida por Stefano Pavetti y Ramiro Miranda.