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Las dos reinas se centra en la historia de un par de las mujeres más poderosas de la Historia, en lo que debería ser un fascinante drama histórico sobre el complejo campo minado de política, influencia religiosa, arreglos matrimoniales y genealogía que componía la maraña de la política de la Europa del Siglo XVI, pero que se queda algo corta por intentar meter quizá demasiada historia en un tiempo de duración que no es corto –casi exactamente dos horas– pero que se queda corto.
Al comenzar el filme, la joven reina católica María Estuardo (Saoirse Ronan) regresa a Escocia luego de haber enviudado del rey Francisco II de Francia. Su llegada para reclamar el trono escocés, sin embargo, choca no solo con la resistencia de los clérigos protestantes, sino que también pone en riesgo el trono de su prima, la reina Isabel de Inglaterra (Margot Robbie).
Así comienza un riesgoso juego de ajedrez en que ambas reinas buscan minar la influencia de la otra o sacar ventaja por medio de estratagemas que van desde matrimonios arreglados hasta la acción militar, pero más que centrar la historia en la relación directa entre esas dos extraordinarias mujeres, la película –escrita por Beau Willimon, que estuvo a cargo de las primeras temporadas de House of Cards– se centra más en cómo cada una de ellas, con mucho mayor énfasis en María, navega las turbulentas aguas de la política rodeadas de hombres de inciertas intenciones.
La idea es sólida, y por momentos la ejecución también lo es, en especial cuando el duelo político entra en su etapa más aguda y los jaques vienen uno tras otro, pero el problema es que el guión de Willimon condensa quizá demasiada historia, dando una sensación de una lectura de Wikipedia más que una mirada profunda a María, Isabel o el conflicto en general.
La dirección de la debutante Josie Rourke, venida al cine del mundo del teatro, tiene sus pros y sus contras. Por un lado, la presentación de la película es decente pero ordinaria, lo que hace poco para dar variedad a las escenas de conversación que componen la absoluta mayoría del filme –eso sí, con una bella dirección de fotografía de parte de John Mathieson–, pero Rourke definitivamente sabe trabajar con actores y sacar lo mejor de ellos.
Saoirse Ronan en particular brilla como María Estuardo, a la que retrata como una reina cuya humanidad y sentido de la justicia son a la vez una virtud y un defecto, una persona que cree poder jugar un juego despiadado con piedad, pero que gradualmente va volviéndose más adepta a la hora de tomar parte en el ajedrez metafórico.
Margot Robbie pinta a Isabel como una reina tercamente firme en el exterior y humanamente vulnerable en privado. Tiene mucho menos tiempo en pantalla para ser más que un personaje totalmente secundario –a diferencia de lo que los pósters, el tráiler o el título latino de la película insinúan–, pero ya tuvimos muchas películas sobre Isabel I, así que en cierta forma es lo justo.
La verdad es que en lo que a intriga monárquica británica se refiere, hay opciones mucho mejores como la perversamente cómica La favorita, que continúa en cines; o Legítimo rey, una excelente producción de Netflix sobre otro momento clave en la turbulenta relación entre Escocia e Inglaterra – que además hace un mejor trabajo en condensar años de historia en dos horas de película – , pero Las dos reinas no es un mal complemento a ese dúo de producciones.
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LAS DOS REINAS (Mary Queen of Scots)
Dirigida por Josie Rourke
Escrita por Beau Willimon (basado en un libro de John Guy)
Producida por Tim Bevan, Eric Fellner y Debra Hayward
Edición por Chris Dickens
Dirección de fotografía por John Mathieson
Banda sonora compuesta por Max Richter
Elenco: Saoirse Ronan, Margot Robbie, Jack Lowden, Guy Pearce, David Tennant, Joe Alwyn, Gemma Chan, Martin Compston, Ismael Cruz Córdova, Brendan Coyle, Ian Hart, James McArdle, Adrian Lester