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Según datos del Foro Nacional Contra la Piratería y la Ilegalidad (FNCP), los cigarrillos paraguayos representan actualmente el 32% del mercado brasileño. Aunque esta cifra es más baja en comparación con el 60% alcanzado en 2016, sigue siendo un porcentaje alarmante para las autoridades.
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Edson Vismona, presidente de la FNCP, advierte que la situación podría empeorar debido al aumento de impuestos en Brasil, que elevó la carga tributaria sobre los cigarrillos a entre el 70% y el 90%. Esto haría que los productos nacionales sean aún más costosos y fomentaría el consumo de cigarrillos de contrabando.
Vismona dijo que los cigarrillos paraguayos no cumplen con los requisitos sanitarios establecidos por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa), lo que representa un grave riesgo para la salud de los consumidores. Además, critica que Paraguay no respete su compromiso con la Organización Mundial de la Salud (OMS) de aumentar los impuestos sobre el tabaco.
“El gobierno brasileño debería reclamar cada vez más esta brutal competencia desleal para que Paraguay cumpla con las normas de la OMS”, enfatizó.
El contrabando de cigarrillos no solo afecta la recaudación fiscal de Brasil, sino que también contribuye para financiar crimen organizado. En algunas zonas de Río de Janeiro, las organizaciones criminales prohíben la venta de cigarrillos locales.
El precio promedio de cada caja de cigarrillos paraguayos vendido en Brasil es de cuatro reales, mientras que los cigarrillos brasileños tienen un costo de entre 7 y 7,50 reales.
Actualmente, la marca Eight ocupa el tercer lugar entre las más consumidas en Brasil y es la más incautada en la frontera. Otra marca paraguaya, Gift, se encuentra entre las diez más vendidas.
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Sin control en el lado Paraguayo
El lago de Itaipú es uno de los principales puntos de ingreso de cigarrillos ilegales a Brasil, ya que los contrabandistas tienen prácticamente vía libre para transportar grandes cantidades del producto al Brasil.