Desde hace más de 20 años, los habitantes de la colonia Pengo San Miguel, ubicada en la zona limítrofe entre Los Cedrales y Minga Guazú, exigen la construcción de un puente. En varias ocasiones recurrieron a manifestaciones y enviaron notas a distintas instituciones solicitando la obra sobre el río Monday.
Con el puente los pobladores buscan dejar de depender de una balsa deteriorada, que opera en condiciones precarias y peligrosas para cruzar el río. La balsa parte de un punto a unos 11 kilómetros de la Ruta PY02 y es utilizada por unas 400 familias de ambos distritos. Solo puede llevar vehículos livianos, como automóviles y motocicletas, y ya causó numerosos accidentes.
El sábado pasado, un nuevo desperfecto provocó el hundimiento de una furgoneta cargada con merienda escolar. Cuando el conductor intentó subir a la balsa, la rampa cedió por una falla, lo que hizo que se soltara la cuerda de sujeción del transbordador y el vehículo cayera al fondo del cauce.
La construcción del puente fue declarada de emergencia por la Junta Departamental de Alto Paraná en marzo del año pasado, pero hasta ahora la obra no ha sido iniciada.
Con este nuevo incidente, los pobladores volvieron a insistir en su reclamo. Señalaron que, en reiteradas reuniones con representantes del Ministerio de Obras Públicas y la Gobernación de Alto Paraná, las autoridades se comprometieron a ejecutar la obra, pero denuncian una demora excesiva.
Pobladores permanecen aislados
Como ocurre todas las veces que la balsa sufre desperfectos, los pobladores quedaron prácticamente aislados. La falta de conectividad afecta directamente a productores, estudiantes, personas enfermas y a toda la ciudadanía de ambos distritos.
Para evitar el uso de la balsa, los pobladores deben realizar un desvío de varios kilómetros para llegar a las zonas urbanas, lo que genera importantes retrasos y pérdidas económicas, especialmente en casos de traslados de pacientes.