Luego de varias audiencias, el juicio oral y público de los secuestradores de Sandra Cristina Maceda Rubert concluyó esta tarde en el Palacio de Justicia de Ciudad del Este con un fallo condenatorio. El secuestro ocurrió en agosto de 2021 en la zona de Mbaracayú.
Los sentenciados son: Germán Barreto Ocampo, condenado a 15 años de prisión; Alan Schuster Pfeifer, a 10 años; Joel Andrés Gaona Ferreira, Pablo González Flores y Hernán Barreto González, a 8 años; mientras que Blanca González recibió una pena de 3 años y 6 meses de prisión.
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La sentencia fue dictada por los jueces Milciades Ovelar (presidente), Emilia Santos y Flavia Recalde, pero no fue unánime. Ovelar y Santos impusieron penas menores alegando la oportunidad de brindar a los procesados una posibilidad de reinserción social. En cambio, Recalde votó por aplicar sentencias más severas, considerando el grave daño causado no solo a la víctima y a sus familiares, sino a toda la comunidad.
Antecedentes del secuestro
Según los antecedentes, los supuestos criminales ejecutaron el secuestro de Sandra Cristina el 14 de agosto de 2021, a las 16:30 horas aproximadamente, en un camino alternativo del barrio Bella Vista de la colonia General Díaz, distrito de Mbaracayú. En aquel momento, cuatro de los presuntos implicados interceptaron a la víctima en las inmediaciones de su casa, mientras realizaba una caminata, y la subieron a la fuerza a un vehículo.
Seguidamente, la llevaron hasta una zona boscosa, en las cercanías de la reserva envolvente de la Itaipú Binacional, donde la mantuvieron en cautiverio. Desde allí, los delincuentes comenzaron a realizar las primeras llamadas extorsivas a Milton Gabriel Rubert, esposo de la víctima, exigiendo un rescate de 250 mil dólares americanos que finalmente no se pagó.
Al mismo tiempo, le advirtieron que no denunciara el caso ante la Policía o la Fiscalía; de lo contrario, amenazaron con matar a la mujer. Dos días después, específicamente el 16 de agosto, bajaron sus pretensiones a 200 mil dólares, según los datos.
Sin embargo, el esposo de la víctima denunció el hecho ante las autoridades, y los investigadores comenzaron a rastrear los números telefónicos utilizados por los presuntos secuestradores. De esa forma, lograron identificar a los titulares y usuarios de los números vinculados, quienes mantenían una fluida comunicación entre sí.

Posteriormente, el 17 de agosto, los investigadores allanaron la casa de Germán Barreto, momento en que detuvieron a él, a Hernán y a Blanca González, así como a un adolescente que también habría sido utilizado para las comunicaciones con los familiares de la brasileña. En el lugar se incautaron varias evidencias relacionadas al caso.
En prosecución de la pesquisa, los intervinientes llegaron hasta la zona boscosa, ubicada a unos 1.500 metros de la vivienda intervenida, y lograron rescatar con vida a la brasileña, tras un enfrentamiento armado con los delincuentes.
Finalmente, fueron detenidos los otros implicados en el secuestro, siendo todos ellos sometidos a procesos penales y ahora sentenciados.