Ambos enfrentan cargos por homicidio doloso, omisión de auxilio y por no haber denunciado un hecho punible, en el marco de una causa que ya cuenta con otros tres procesados: Cristhian Javier Aranda Benítez (21), Ronald David Ferreira González (23) y un adolescente de 16 años.
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De acuerdo con los datos recabados en la investigación, el crimen ocurrió en la madrugada del 20 de julio de 2025, cuando Francisco fue llevado hasta la zona ribereña del barrio Tres Fronteras, en las inmediaciones de un puerto clandestino. Lo acompañaban González y el menor de edad, quienes lo ayudaban a recuperar su motocicleta, una Kenton GTR 150 roja, que supuestamente estaba en manos de Aranda Benítez.
Al llegar, fueron interceptados por Medina Ávalos, quien vigilaba el lugar armado con un rifle. Según el acta fiscal, éste habría efectuado varios disparos, alcanzando a Francisco en el pecho.
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Lejos de asistir a la víctima, sus acompañantes escaparon, abandonándolo malherido. Posteriormente, el presunto tirador habría solicitado una embarcación para deshacerse del cuerpo, que fue arrojado al río. El cadáver fue hallado el 31 de julio en el distrito de Domingo Martínez de Irala.
El informe forense determinó que la causa de muerte fue un “shock hipovolémico por disparo de arma de fuego”.
La imputación se sustenta en varios elementos probatorios, entre ellos la denuncia formal de la desaparición presentada el 22 de julio, testimonios de familiares de la víctima, imágenes de cámaras de seguridad que captaron a los involucrados dirigiéndose al sitio del hecho.
Durante un allanamiento realizado el 24 de julio en la casa de Medina Ávalos, se incautaron dos rifles presuntamente modificados, cámaras de vigilancia y un arma de fuego calibre .22 con ocho proyectiles, encontrada en un basural cercano a la vivienda.
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El agente fiscal Alberto Torres considera que Medina Ávalos actuó como autor de homicidio doloso. En tanto, a González se le imputa el mismo delito en calidad de cómplice, además de omisión de auxilio.