En febrero de 2019, la Cámara de Diputados había destituido a Sandra McLeod (ANR) de la Intendencia de Ciudad del Este por una serie de irregularidades. Ayer, nuevamente, se dio la destitución de un jefe comunal de esta ciudad con la remoción de Miguel Prieto (Yo Creo), también por presuntos malos manejos.
Para el obispo, monseñor Pedro Collar, las intervenciones afectan directamente la vida de las personas, sobre todo de los sectores más vulnerables. “Hay muchas necesidades y cuando la institución no está funcionando, afecta a todos y especialmente a los más pobres. Si no hay una seguridad institucional, jurídica, comunitaria y social, se ve afectada toda la ciudadanía”, expresó.
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Puso como ejemplo a los aborígenes apostados en las plazas que no reciben respuestas, al igual que los problemas del tránsito que siguen sin solución desde la intervención.
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Por otra parte, Collar, como líder espiritual, se comprometió con la ciudadanía a promover y profundizar todo lo relacionado a una mayor estabilidad. Alentó a la ciudadanía a buscar la justicia, expresarse e incluso manifestarse.
“Ciudad del Este es un municipio sumamente importante y alentamos en este tiempo también recurrir a Dios por esa armonía, por esa paz, pero que se base en la justicia y la verdad, para tener una raíz más profunda en nuestras instituciones y poder desenvolvernos con mayor dignidad. Alentamos a la ciudadanía en sus expresiones, manifestaciones y luchas, para que se vaya consolidando esa estabilidad”, manifestó.
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Igualmente, refirió que si no existe seguridad institucional, jurídica, comunitaria y social, y si no hay compromiso ni misión de las autoridades —sean comunales, departamentales o nacionales— toda la ciudadanía se ve afectada.
“La ciudadanía se merece transparencia, pero no hay claridad en ese sentido. Hay una duda que también esperamos se pueda ir clarificando. El ambiente generalizado es como que hay algo que falla, que no está bien y que es responsabilidad de nuestras autoridades”, añadió.
Abogó por una mayor apertura de las autoridades
En otro momento, el obispo resaltó que las autoridades deben tener una actitud de apertura, cercanía y diálogo con la ciudadanía para buscar el bien común.
“Se tiene que tratar de clarificar siempre con los principios de paz, justicia, verdad y fraternidad, que siempre están ahí latentes. Pero, muchas veces, las personas responsables dentro de la institución no responden a aquellos principios”, lamentó.

Señaló además que estas intervenciones deben ser motivo de reflexión, pero también de superación de las falencias. “El despertar de la ciudadanía y su participación, conforme a la Constitución Nacional, puede cooperar para que tengamos una sociedad más democrática, participativa y segura, que nos permita crecer”, apuntó.
El obispo reafirmó el compromiso de la Iglesia Católica en mantenerse abierta a la ciudadanía para aportar al bienestar común.