Qué es la neuroplasticidad
La neuroplasticidad es la capacidad del cerebro para reorganizarse formando nuevas conexiones neuronales a lo largo de la vida.
Este fenómeno permite que el cerebro se adapte a nuevas experiencias, aprenda de ellas y se recupere de lesiones.
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Existen varias formas de aprovechar la neuroplasticidad, por ejemplo, la estimulación continua a través del aprendizaje de nuevas habilidades o idiomas puede fortalecer las conexiones sinápticas y mejorar la función cerebral general.
Además, exponer el cerebro a distintos tipos de estímulos (auditivos, visuales, táctiles) fortalece diferentes áreas cerebrales.
Técnicas de mnemotecnia
Las técnicas de mnemotecnia son herramientas poderosas para mejorar la memoria. Funcionan organizando la información de manera significativa y haciendo uso de asociar conceptos con imágenes, palabras o frases familiares.

Para esto son especialmente útiles los acrónimos y acrósticos, es decir, crear palabras o frases con las iniciales de las cosas que necesites recordar.
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Otra opción es el método de loci: asociá la información que querés memorizar con lugares específicos en un recorrido mental, utilizando el espacio físico para organizar tus recuerdos.
Además, es muy útil la visualización. La creación de imágenes vívidas en tu mente al aprender nueva información puede ayudarte a recordarla con mayor facilidad.
Optimización del estilo de vida
El estilo de vida juega un rol crucial en la capacidad cognitiva. Consumir alimentos que apoyen la función cerebral, como ácidos grasos omega-3, antioxidantes y vitaminas del grupo B, presentes en pescados grasos, frutas y verduras, es fundamental.
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Tené en cuenta que la actividad física mejora la circulación sanguínea y promueve la liberación de neuroquímicos como la dopamina y el BDNF, que son esenciales para la memoria y el aprendizaje.
Y algo súper importante que no siempre se tiene en cuenta: descanso adecuado. Un sueño de calidad es esencial para la consolidación de la memoria. Tratá de darte entre 7 y 9 horas de sueño por noche.
Estrategias de aprendizaje
Implementar estrategias específicas de aprendizaje puede facilitar el proceso de adquirir nueva información y mejorar la retención a largo plazo.

Las sesiones de estudio espaciadas son muy útiles. El repaso espaciado proporciona tiempo para que la información se consolide en la memoria a largo plazo.
Por otro lado, probarte a vos mismo a intervalos regulares puede mejorar la retención y ayudarte a identificar áreas que necesitan más práctica.
Y utilizar múltiples formatos (textual, auditivo, visual) para aprender algo puede reforzar la información y aumentar la comprensión.
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Mindfulness y meditación
El mindfulness y la meditación no solo reducen el estrés, sino que también fortalecen la memoria y la concentración al aumentar la materia gris en el cerebro.

Practicar meditación durante 10-20 minutos al día puede mejorar la atención y la densidad del cerebro en áreas relacionadas con la memoria.
Centrarse profundamente en una tarea a la vez, prestando atención plena, mejora la habilidad para recordar detalles y procesar información.
Incorporar neurohacks en tu rutina diaria puede ser una manera efectiva de mejorar tu memoria y habilidades de aprendizaje. Estos trucos respaldados por la ciencia no solo promueven la salud cerebral, sino que también optimizan las capacidades cognitivas a largo plazo. La comprensión y el cuidado consciente de tu cerebro y estilo de vida te permitirán alcanzar un mejor rendimiento en todos los aspectos de la vida.