¿Qué pasa con tu metabolismo si comés más proteínas y menos carbohidratos?

El metabolismo, el conjunto de procesos químicos que ocurre dentro del cuerpo para mantener la vida, puede verse influenciado significativamente por nuestra dieta. Cambiar la cantidad de macronutrientes, como proteínas y carbohidratos, puede tener efectos notables en cómo nuestro cuerpo procesa y utiliza la energía.

Hombre frente a una variedad de alimentos proteicos.
Hombre frente a una variedad de alimentos proteicos.Shutterstock

Cuál es el rol de las proteínas

Las proteínas son fundamentales para la reparación y construcción de tejidos en el cuerpo. También juegan un papel crucial en funciones metabólicas clave, como la producción de enzimas y hormonas.

Al aumentar la ingesta de proteínas, el cuerpo experimenta varios cambios, como una termogénesis aumentada. Las proteínas tienen un efecto termogénico más alto en comparación con los carbohidratos y las grasas.

Esto significa que el cuerpo quema más calorías para metabolizarlas. La digestión de proteínas puede aumentar el gasto calórico total del cuerpo, lo que potencialmente puede apoyar la pérdida de peso.

La digestión de proteínas puede aumentar el gasto calórico total del cuerpo.
La digestión de proteínas puede aumentar el gasto calórico total del cuerpo.

Las dietas ricas en proteínas también son efectivas para preservar la masa muscular, especialmente en condiciones de déficit calórico. El músculo es más metabólicamente activo que la grasa, por lo tanto, más músculo puede ayudar a aumentar la tasa metabólica basal.

Y no menos importante, las proteínas fomentan una mayor sensación de saciedad en comparación con los carbohidratos, lo que puede llevar a un menor consumo calórico total.

Qué pasa cuando reducimos los carbohidratos

Los carbohidratos son una fuente primaria de energía para el cuerpo, especialmente durante el ejercicio.

Al reducirlos, se observan algunas alteraciones en el metabolismo, como la cetosis, cuando la grasa se descompone para producir cuerpos cetónicos, utilizados como fuente de energía alternativa. Este proceso puede tener efectos en la pérdida de peso y en el control de apetito.

Por otro lado, disminuir la ingesta de carbohidratos puede reducir los niveles de insulina. Menos insulina puede resultar en menos almacenamiento de grasa y más utilización de las reservas de grasa corporal.

Además, la reducción drástica de carbohidratos puede afectar inicialmente el rendimiento físico, ya que los hidratos de carbono son cruciales para actividades de alta intensidad.

Por todo esto, la modificación de la ingesta de proteínas y carbohidratos debe ser considerada cuidadosamente y adaptada a las necesidades individuales. Las dietas altas en proteínas y bajas en carbohidratos pueden no ser adecuadas para todos y siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud antes de realizar cambios dietéticos significativos.

En conclusión, aumentar las proteínas mientras se reducen los carbohidratos puede afectar el metabolismo de varias maneras, fomentando un mayor gasto calórico, preservando la masa muscular y alterando el uso de sustratos energéticos. Sin embargo, cada persona puede reaccionar de manera diferente y es crucial abordar cualquier cambio dietético con atención y planificación adecuada.

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