¿Qué es la tendinitis y por qué puede volverse crónica?
La tendinitis es la inflamación de un tendón, el tejido que conecta el músculo con el hueso. Suele manifestarse con dolor, sensibilidad y dificultad para mover la articulación afectada.

Entre las causas más comunes figuran movimientos repetitivos, sobrecarga o lesiones, pero en hasta un 10-20% de los casos el dolor persiste durante meses o incluso años, convirtiéndose en un problema crónico.
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Las emociones y el cuerpo: una relación indiscutible
La relación entre emociones y síntomas físicos está ampliamente documentada.

El estrés, la tristeza profunda o la ansiedad no solo afectan la mente, sino que también pueden desencadenar dolencias físicas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 80% de las consultas médicas están relacionadas con causas psicosomáticas, es decir, procesos en los que el estado psicológico impacta en la salud corporal.
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El papel de las emociones en la tendinitis
La “tendinitis emocional” se refiere a la visión de que las emociones negativas mantenidas en el tiempo pueden contribuir a la aparición o cronificación de la tendinitis.

Investigaciones realizadas en años recientes, como las publicadas en la revista Pain Medicine, han mostrado que el estrés prolongado aumenta la tensión muscular y promueve respuestas inflamatorias en el organismo.
Esto, sumado a una mayor liberación de cortisol y otras hormonas del estrés, puede dificultar la reparación de los tejidos y perpetuar el ciclo de dolor.
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Especialistas en psicología corporal explican que las emociones reprimidas o el desgaste emocional diario pueden reflejarse en zonas específicas del cuerpo, y los tendones son especialmente sensibles por su función de sostén y movimiento.
Señales de una posible tendinitis emocional

Aunque no existe un diagnóstico médico oficial de tendinitis emocional, algunos indicios pueden señalar su presencia:
- Dolor persistente pese a tratamientos físicos convencionales
- Episodios de dolor asociados a periodos de ansiedad, tristeza o estrés intenso
- Falta de una causa física clara tras estudios médicos
- Mejoría sintomática tras intervenciones psicológicas o cambios de vida
Cómo abordar el dolor desde un enfoque integral
El tratamiento de la tendinitis crónica requiere un abordaje multidisciplinario.
Fisioterapeutas, médicos y psicólogos coinciden en que el manejo del estrés y el enfrentamiento de emociones reprimidas pueden marcar un antes y un después en la recuperación.
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Prácticas como la terapia cognitivo-conductual, técnicas de relajación, mindfulness y expresión emocional guiada son herramientas recomendadas para romper el círculo vicioso del dolor.
El cuerpo es un espejo de nuestras emociones. Comprender la relación entre nuestra salud emocional y el dolor crónico, como la tendinitis, abre una nueva vía para tratamientos más humanos y efectivos.
Si sufrís de dolor persistente, no dudes en explorar también el lado emocional de tu bienestar: tu cuerpo y tu mente, en realidad, hablan el mismo idioma.