El miedo a quedar obsoleto: el auge del FOBO en plena era de la IA

La imagen muestra una representación futurista y detallada de un robot o androide con rasgos faciales humanos, mirando hacia una pantalla digital translúcida.
La imagen muestra una representación futurista y detallada de un robot o androide con rasgos faciales humanos, mirando hacia una pantalla digital translúcida.Freepik

El FOBO ha evolucionado de ser un temor aislado a una realidad palpable: un 61% de los trabajadores estadounidenses siente la presión de la IA generativa. En este entorno, la adaptación se transforma en la clave para un futuro laboral reconfigurado.

El FOBO —Fear of Becoming Obsolete, o miedo a quedar obsoleto— está dejando de ser un concepto de nicho para convertirse en tendencia global. Y no por capricho: la IA generativa avanza a un ritmo tan feroz que ya empieza a sentirse en la nuca de millones de trabajadores.

Una encuesta reciente de Gallup lo confirma: desde 2021, aumentó 7 puntos la cantidad de empleados estadounidenses que creen que la tecnología puede reemplazarlos. La ansiedad laboral ya no es abstracta; tiene nombre, apellido y gráficos ascendentes.

IA: amenaza… y oportunidad

El avance de la IA es una tormenta que trae viento en contra y a favor al mismo tiempo. Mientras una parte de la fuerza laboral teme perder su lugar, el 50 % de las organizaciones espera crecimiento gracias a la IA. Sí, crecimiento. Las compañías están adoptando estas herramientas a una velocidad frenética, y los perfiles más demandados para los próximos años son justamente especialistas en inteligencia artificial y aprendizaje automático.

Traducción al criollo: quien se capacite ahora, no solo evita el FOBO… también surfea la ola.

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Las habilidades humanas siguen mandando

A pesar del brillo futurista, no todo es algoritmos y automatización. Las habilidades más valoradas para 2027 siguen siendo profundamente humanas: pensamiento analítico, creatividad y, recién en tercer lugar, el dominio de IA. El mensaje es claro: las máquinas avanzan, pero la chispa humana sigue siendo la pieza que no se puede codificar.

FOBO sí, pero con optimismo

Aunque el miedo está, el catastrofismo no domina la escena. Un estudio global de PwC muestra que gran parte de los trabajadores ve la IA como una aliada: un tercio cree que mejorará su productividad, liberándolos de tareas repetitivas para enfocarse en habilidades más complejas y mejor valoradas.

En resumen: el FOBO crece, pero también crece la convicción de que la IA no es el final del trabajo humano, sino el principio de una reconfiguración profunda. Y quien se prepare ahora, entra al futuro con ventaja.