Pastelería de lujo para mamá: recetas de tres tortas infaltables
Llega el Día de la Madre y una torta hecha en casa nunca está de más para agasajarla. Te mostramos tres tortas icónicas y deliciosas que le van a encantar.
Por ABC Color
11 de mayo de 2025 - 01:00
Torta Sacher.Shutterstock
Cómo hacer una Tarta Sacher (Sachertorte)
Torta Sacher.
Tarta Sacher (Sachertorte)
Plato:Postre
Receta:austriaca
Ingredientes
Para el bizcocho:
150 gramos de chocolate negro de cobertura
150 gramos de manteca sin sal, a temperatura ambiente
100 gramos de azúcar glas
6 huevos, separando claras y yemas
125 gramos de harina de repostería
50 gramos de almendra molida
1 cucharadita de extracto de vainilla
100 gramos de azúcar
Para el relleno:
150 gramos de mermelada de durazno
Para el glaseado:
200 gramos de chocolate negro de cobertura
200 mililitros de nata líquida
Elaboración paso a paso
Precalentar el horno a 180 °C. Engrasar y preparar un molde redondo desmontable de aproximadamente 22 centímetros de diámetro.
Colocar el chocolate negro de cobertura al baño maría o en el microondas, y dejarlo enfriar a temperatura ambiente.
En un bol, mezclar la manteca a temperatura ambiente con el azúcar glas hasta obtener una crema suave. Agregar las yemas de huevo una a una, batiendo bien tras cada adición. Incorporar el chocolate fundido y enfriado y la vainilla.
Tamizar la harina y mezclarla con la almendra molida. Añadir esta mezcla poco a poco a la crema de mantequilla y chocolate, integrando bien.
En otro bol, batir las claras a punto de nieve junto con el azúcar normal, añadiendo este gradualmente. Una vez firmes, incorporarlas con suavidad a la mezcla de chocolate en movimientos envolventes para conservar el aire en la mezcla.
Verter la mezcla en el molde preparado y hornear durante aproximadamente 45-50 minutos. Comprobar cocción introduciendo un palillo en el centro, que debe salir limpio.
Dejar enfriar el bizcocho en el molde durante unos minutos antes de desmoldar, posteriormente dejar enfriar completamente sobre una rejilla.
Una vez frío, cortar el bizcocho horizontalmente en dos capas iguales.
Calentar la mermelada de durazno ligeramente para facilitar su extensión y untar una de las capas. Colocar la otra capa encima presionando ligeramente.
Calentar la nata en un cazo hasta que comience a hervir. Retirar del fuego y añadir el chocolate troceado, removiendo hasta que se derrita y forme un glaseado suave y brillante.
Distribuir el glaseado uniformemente sobre la tarta comenzando desde el centro y permitiendo que caiga por los lados. Dejar enfriar hasta que el chocolate se endurezca.
Precalentar el horno a 175 °C y engrasar dos moldes redondos de 23 centímetros de diámetro.
Tamizar la harina, el azúcar, el bicarbonato de sodio, la sal y el cacao en polvo en un tazón grande. Mezclar bien y reservar.
Batir en otro recipiente el aceite, el suero de leche, los huevos, el colorante rojo, la vainilla y el vinagre hasta que estén bien mezclados.
Incorporar gradualmente los ingredientes húmedos a los secos. Mezclar hasta que la masa esté homogénea y sin grumos.
Dividir la masa uniformemente entre los dos moldes preparados. Hornear de 25 a 30 minutos, o hasta que insertar un palillo en el centro y salga limpio. Dejar enfriar los pasteles en los moldes durante aproximadamente 10 minutos antes de desmoldarlos sobre una rejilla para enfriar completamente.
Batir en un tazón grande el queso crema y la manteca hasta conseguir una consistencia suave y cremosa.
Incorporar gradualmente el azúcar glas y la vainilla. Continuar batiendo hasta que el glaseado esté suave y bien combinado.
Si es necesario, recortar la parte superior de los bizcochos para crear una superficie plana.
Colocar una capa de bizcocho en un plato para servir y extender una porción del glaseado sobre la superficie. Colocar la otra capa de bizcocho encima y cubrir toda la torta con el glaseado restante, asegurándose de cubrir los lados de manera uniforme.
Refrigerar la torta durante al menos 30 minutos para que el glaseado se asiente antes de servir.
1 lata (aproximadamente 400 gramos) de leche condensada
1 lata (aproximadamente 400 gramos) de leche evaporada
1 taza de crema de leche (nata líquida)
Para la cobertura:
1 taza de crema para batir
3 cucharadas de azúcar
1 cucharadita de extracto de vainilla
Elaboración paso a paso
Precalentar el horno a 180 °C. Engrasar y enharinar un molde rectangular (preferiblemente de 23 x 33 centímetros).
Separar las claras de las yemas de los 5 huevos en dos bols separados. Batir las claras a punto de nieve hasta que estén firmes y esponjosas. Añadir el azúcar poco a poco mientras se sigue batiendo las claras. Incorporar las yemas de huevo una por una, mezclando suavemente.
Tamizar la harina con el polvo de hornear y la sal. Agregar a la mezcla de huevos en varias tandas, utilizando una espátula para integrarlos suavemente.
Añadir la leche líquida y el extracto de vainilla, mezclando hasta que todo esté bien integrado.
Verter la mezcla en el molde previamente preparado, alisar la parte superior con una espátula.
Hornear durante 25-30 minutos o hasta que un palillo insertado en el centro salga limpio.
Dejar enfriar el bizcocho en el molde durante 15 minutos. Luego, con un tenedor, perforar toda la superficie del bizcocho para permitir que la mezcla de tres leches lo impregne bien.
En un bol, combinar la leche condensada, la leche evaporada y la crema de leche. Mezclar bien hasta obtener una mezcla homogénea.
Verter esta mezcla sobre el bizcocho aún en el molde, asegurándose de que se distribuya uniformemente. Cubrir el molde con papel film y refrigerar durante al menos 3 horas, o preferiblemente toda la noche, para que absorba bien la mezcla.
Batir la crema para batir con el azúcar y el extracto de vainilla hasta obtener picos firmes. Extender la crema batida sobre el bizcocho ya frío y bañado en las tres leches. Enfriar durante 30 minutos antes de servir para que la cobertura se asiente bien.