Hervir: rápido, eficaz, pero con pérdida de nutrientes
Hervir consiste en sumergir los alimentos en agua a 100 °C. Es ideal para cocinar pastas, verduras y carnes de forma uniforme y sin complicaciones.

Ventajas
- Es un método sencillo y rápido.
- Asegura una cocción pareja gracias al contacto total con el agua.
Desventajas
- Muchos nutrientes solubles se pierden en el agua.
- Puede dejar los alimentos demasiado blandos y poco atractivos en textura.
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Cocer al vapor: mejor textura y más nutrientes
La cocción al vapor utiliza el vapor del agua hirviendo para cocinar sin que el alimento toque el líquido. Es ideal para quienes buscan una cocina más saludable.

Ventajas
- Conserva mejor vitaminas y minerales.
- Mantiene una textura firme y colores vivos.
- No requiere aceite ni grasas adicionales.
Desventajas
- Puede tardar más que hervir.
- El sabor natural del alimento se mantiene, pero puede parecer más suave si no se condimenta bien.
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Blanquear: preparación exprés para otros usos
El blanqueo consiste en cocer brevemente un alimento en agua caliente y luego pasarlo a agua helada. Es una técnica útil como paso previo a otras preparaciones.

Ventajas
- Realza el color y mantiene la textura crujiente, especialmente en verduras.
- Facilita el pelado de tomates, almendras u otras frutas.
- Elimina bacterias superficiales antes de congelar.
Desventajas
- No aporta mucho sabor ni sirve como cocción final.
- Si se excede el tiempo, el alimento puede pasarse o quedar crudo.
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Elegir bien y cocinar mejor
Hervir es ideal para rapidez y volumen, aunque pierde nutrientes. Cocer al vapor resalta las propiedades saludables y sensoriales. El blanqueo es clave en preparaciones previas. Dominar estos métodos te permitirá sacar el máximo partido de cada ingrediente.