Halva: un dulce versátil de sésamo y su rica tradición en diversas culturas

El halva, un dulce versátil que une culturas, revela su esencia a través de sabores cautivadores y técnicas ancestrales. Desde el tahini levantino hasta las versiones de sémola de los Balcanes, cada bocado cuenta una historia de tradición y creatividad culinaria. ¿Querés aprender a prepararlo?

Halva de sésamo y de cacao.
Halva de sésamo y de cacao.jirkaejc

Un nombre, muchas tradiciones

Halva es un término paraguas para dulces densos y fragantes que se preparan de maneras distintas según la región. En líneas generales hay dos grandes familias: la de semillas o pasta de sésamo (tahini), popular en países del Levante y del Mediterráneo oriental, y la de sémola tostada, extendida en Anatolia, los Balcanes y partes del sur de Asia.

La Enciclopedia Britannica define “halvah” como un dulce a base de harina o pasta de semillas con azúcar o miel, una descripción amplia que ayuda a entender su diversidad.

Qué hace único al halva de sésamo

El halva de tahini tiene una textura quebradiza y laminada que se desarma al corte. Esa estructura se logra al emulsionar tahini con un almíbar caliente cocido a punto alto.

Fuentes culinarias especializadas explican que el almíbar suele llevar azúcar y, a veces, glucosa o miel para controlar la cristalización.

El resultado es un dulzor intenso con notas de sésamo tostado, al que se le puede sumar pistachos, cacao o cardamomo.

Cómo hacer halva

Halva de sésamo

  • Plato: Postre
  • Receta: oriente medio
  • Para: 10-12 porciones

Ingredientes

  • 300 gramos de tahini bien mezclado
  • 240 gramos de azúcar
  • 120 mililitros de agua
  • 1 cucharada de miel o jarabe de glucosa (opcional, ayuda a la textura)
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla o 1/2 cucharadita de cardamomo molido
  • 60-80 gramos de frutos secos (opcional)

Elaboración paso a paso

  1. Forrá un molde con papel manteca. Templá el tahini: mezclalo y calentalo apenas para que fluya.
  2. Hacé un almíbar con azúcar, agua y miel/glucosa. Cociná sin revolver hasta 125-130 °C. Esta temperatura es clave para que el halva “cristalice” en láminas.
  3. Retirá del fuego, agregá la vainilla o especias y, en un hilo, volcá el almíbar sobre el tahini mientras batís enérgicamente con cuchara o batidor robusto durante 1-2 minutos. La mezcla se espesará y perderá brillo.
  4. Incorporá frutos secos, volcá al molde y prensá. Dejá reposar tapado a temperatura ambiente al menos 12 horas antes de cortar.
Enlace copiado