La mesa de Acción de Gracias es, para millones de familias, un ritual que combina memoria, cosecha y pertenencia. Más allá del pavo —símbolo indiscutible de la fecha—, el menú tradicional estadounidense reúne sabores del otoño, productos nativos de Norteamérica y recetas que se han transmitido por generaciones. Aquí repasamos qué se come, por qué se come y cómo preparar dos imprescindibles: el pavo asado clásico y el pastel de calabaza.
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Qué se come tradicionalmente y por qué
El núcleo del banquete se forjó alrededor de la cosecha otoñal de Nueva Inglaterra y de ingredientes autóctonos. Aunque las mesas actuales reflejan diversidad regional y cultural, hay platos que suelen repetirse:
- Pavo asado: consolidado en el siglo XIX como plato principal por su tamaño —ideal para alimentar a grupos numerosos— y su disponibilidad estacional. El pavo simboliza abundancia y centro de reunión.
- Relleno (stuffing o dressing): mezcla de pan, hierbas y verduras que absorbe los jugos del ave. Es el contrapunto aromático y textural del pavo.
- Puré de papas con gravy: la cremosidad del puré y la salsa hecha con los jugos del asado equilibran el menú y aprovechan al máximo la cocción del ave.
- Salsa de arándanos rojos (cranberry sauce): el arándano es nativo de Norteamérica; su acidez limpia el paladar y contrasta con la riqueza del resto.
- Cazuela de chauchas: popularizada en el siglo XX, aporta verdor y crujiente con cebolla frita en la cobertura.
- Batata: asado, en puré o en cazuela, añade dulzor natural y color.
- Pancitos o biscuits: para acompañar salsas y completar la sensación de “hogar”.
- Pastel de calabaza (pumpkin pie): hito del otoño por la disponibilidad de cucurbitáceas; su mezcla de especias resume el perfil aromático de la estación. En algunas regiones comparten protagonismo el pecan pie y el apple pie.
Más que una lista, es un mapa sensorial de la estación: grasas y almidones que reconfortan, acidez que equilibra, especias cálidas y productos de la tierra que cierran el ciclo de la cosecha. ¿Te animás a preparar algunos clásicos?
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Cómo hacer pavo asado relleno
Pavo asado
- Plato: Plato principal
- Para: 10–12 porciones
Ingredientes
- 1 pavo entero de 5–6,5 kilogramos (descongelado en refrigeración si es congelado)
- 120 gramos de manteca sin sal, a temperatura ambiente
- 2 cucharaditas de sal fina + sal para sazonar
- 1½ cucharaditas de pimienta negra molida
- 1 cucharada de hojas de tomillo fresco picado
- 1 cucharada de salvia fresca picada
- 1 cucharada de romero fresco picado
- 1 limón y 1 naranja, en cuartos
- 1 cabeza de ajo, horizontalmente a la mitad
- 1 cebolla grande, en cuartos
- 2 zanahorias y 2 tallos de apio, en trozos
- 250 mililitros de caldo de pollo o pavo
- Aceite de oliva
Elaboración paso a paso
- Sacar el pavo de la heladera 45–60 minutos antes. Retirar menudencias. Secar muy bien con papel de cocina; un exterior seco favorece la piel crujiente.
- Para la manteca de hierbas mezclar la manteca con sal, pimienta, tomillo, salvia y romero. Separar suavemente la piel de la pechuga con los dedos y untar parte de la manteca debajo de la piel; el resto, por toda la superficie.
- Rellenar la cavidad con los cítricos, el ajo y parte de la cebolla. Atar las patas y meter las puntas de las alas bajo el cuerpo.
- Colocar zanahoria, apio y el resto de la cebolla en la bandeja. Añadir el caldo. Pincelar el pavo con un poco de aceite y espolvorear sal adicional sobre la piel.
- Precalentar el horno a 220 °C. Asar 30 minutos para fijar color.
- Reducir a 175 °C y continuar asando 2,5–3,5 horas adicionales, según peso. Girar la bandeja a mitad de tiempo para un dorado uniforme. Si la piel se dora demasiado, cubrir holgadamente con papel aluminio.
- El termómetro en la parte más gruesa de la pechuga debe marcar 74 °C; el muslo, 77–80 °C. Verificar en varios puntos sin tocar hueso.
- Trasladar a una tabla y dejar reposar 20–30 minutos antes de trinchar; esto redistribuye los jugos.
- Gravy rápido: desgrasar la bandeja, colocar sobre fuego medio, raspar los fondos. Añadir 1–2 cucharadas de harina, cocinar 1 minuto y agregar caldo caliente hasta lograr la textura deseada. Ajustar sal y pimienta.

