Estos platos no pueden faltar en tu cena de Acción de Gracias

La celebración de Acción de Gracias revive la esencia de nuestra herencia culinaria, uniendo sabores nativos y rituales familiares. Con un pavo dorado y un dulce pastel de calabaza, las mesas reflejan la abundancia de la temporada y la calidez del hogar.

Concepto de cena de Acción de Gracias. Pavo asado.
Concepto de cena de Acción de Gracias. Pavo asado.Shutterstock

La mesa de Acción de Gracias es, para millones de familias, un ritual que combina memoria, cosecha y pertenencia. Más allá del pavo —símbolo indiscutible de la fecha—, el menú tradicional estadounidense reúne sabores del otoño, productos nativos de Norteamérica y recetas que se han transmitido por generaciones. Aquí repasamos qué se come, por qué se come y cómo preparar dos imprescindibles: el pavo asado clásico y el pastel de calabaza.

Qué se come tradicionalmente y por qué

El núcleo del banquete se forjó alrededor de la cosecha otoñal de Nueva Inglaterra y de ingredientes autóctonos. Aunque las mesas actuales reflejan diversidad regional y cultural, hay platos que suelen repetirse:

  • Pavo asado: consolidado en el siglo XIX como plato principal por su tamaño —ideal para alimentar a grupos numerosos— y su disponibilidad estacional. El pavo simboliza abundancia y centro de reunión.
  • Relleno (stuffing o dressing): mezcla de pan, hierbas y verduras que absorbe los jugos del ave. Es el contrapunto aromático y textural del pavo.
  • Puré de papas con gravy: la cremosidad del puré y la salsa hecha con los jugos del asado equilibran el menú y aprovechan al máximo la cocción del ave.
  • Salsa de arándanos rojos (cranberry sauce): el arándano es nativo de Norteamérica; su acidez limpia el paladar y contrasta con la riqueza del resto.
  • Cazuela de chauchas: popularizada en el siglo XX, aporta verdor y crujiente con cebolla frita en la cobertura.
  • Batata: asado, en puré o en cazuela, añade dulzor natural y color.
  • Pancitos o biscuits: para acompañar salsas y completar la sensación de “hogar”.
  • Pastel de calabaza (pumpkin pie): hito del otoño por la disponibilidad de cucurbitáceas; su mezcla de especias resume el perfil aromático de la estación. En algunas regiones comparten protagonismo el pecan pie y el apple pie.

Más que una lista, es un mapa sensorial de la estación: grasas y almidones que reconfortan, acidez que equilibra, especias cálidas y productos de la tierra que cierran el ciclo de la cosecha. ¿Te animás a preparar algunos clásicos?

Cómo hacer pavo asado relleno

Pavo asado

  • Plato: Plato principal
  • Para: 10–12 porciones

Ingredientes

  • 1 pavo entero de 5–6,5 kilogramos (descongelado en refrigeración si es congelado)
  • 120 gramos de manteca sin sal, a temperatura ambiente
  • 2 cucharaditas de sal fina + sal para sazonar
  • 1½ cucharaditas de pimienta negra molida
  • 1 cucharada de hojas de tomillo fresco picado
  • 1 cucharada de salvia fresca picada
  • 1 cucharada de romero fresco picado
  • 1 limón y 1 naranja, en cuartos
  • 1 cabeza de ajo, horizontalmente a la mitad
  • 1 cebolla grande, en cuartos
  • 2 zanahorias y 2 tallos de apio, en trozos
  • 250 mililitros de caldo de pollo o pavo
  • Aceite de oliva

Elaboración paso a paso

  1. Sacar el pavo de la heladera 45–60 minutos antes. Retirar menudencias. Secar muy bien con papel de cocina; un exterior seco favorece la piel crujiente.
  2. Para la manteca de hierbas mezclar la manteca con sal, pimienta, tomillo, salvia y romero. Separar suavemente la piel de la pechuga con los dedos y untar parte de la manteca debajo de la piel; el resto, por toda la superficie.
  3. Rellenar la cavidad con los cítricos, el ajo y parte de la cebolla. Atar las patas y meter las puntas de las alas bajo el cuerpo.
  4. Colocar zanahoria, apio y el resto de la cebolla en la bandeja. Añadir el caldo. Pincelar el pavo con un poco de aceite y espolvorear sal adicional sobre la piel.
  5. Precalentar el horno a 220 °C. Asar 30 minutos para fijar color.
  6. Reducir a 175 °C y continuar asando 2,5–3,5 horas adicionales, según peso. Girar la bandeja a mitad de tiempo para un dorado uniforme. Si la piel se dora demasiado, cubrir holgadamente con papel aluminio.
  7. El termómetro en la parte más gruesa de la pechuga debe marcar 74 °C; el muslo, 77–80 °C. Verificar en varios puntos sin tocar hueso.
  8. Trasladar a una tabla y dejar reposar 20–30 minutos antes de trinchar; esto redistribuye los jugos.
  9. Gravy rápido: desgrasar la bandeja, colocar sobre fuego medio, raspar los fondos. Añadir 1–2 cucharadas de harina, cocinar 1 minuto y agregar caldo caliente hasta lograr la textura deseada. Ajustar sal y pimienta.

Cómo hacer un pastel de calabaza

Pastel de calabaza.
Pastel de calabaza.

Pastel de calabaza

  • Plato: Postre
  • Para: 8–10 porciones

Ingredientes

  • 1 base de masa quebrada (pie crust) de 23 centímetros, fría
  • 425 gramos de puré de calabaza
  • 150 gramos de azúcar moreno (o mezcla con 50 gramos de azúcar blanco)
  • 2 huevos grandes + 1 yema
  • 240 mililitros de nata líquida (crema para batir) o leche evaporada
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • 1½ cucharaditas de canela molida
  • ½ cucharadita de jengibre molido
  • ¼ cucharadita de nuez moscada
  • ⅛ cucharadita de clavo molido
  • ½ cucharadita de sal

Elaboración paso a paso

  1. Precalentar a 200 °C. Forrar la masa en el molde con papel y pesos para hornear. Hornear 12 minutos, retirar pesos y papel, y hornear 5 minutos más. Bajar el horno a 190 °C.
  2. Mezcla del relleno: batir puré, azúcares, sal y especias. Incorporar huevos y yema hasta homogeneizar (sin montar). Agregar nata y vainilla; mezclar hasta una crema lisa.
  3. Horneado: verter en la base. Hornear 15 minutos a 190 °C; reduce a 175 °C  y continuar 30–35 minutos más, hasta que los bordes estén cuajados y el centro tiemble ligeramente.
  4. Enfriar sobre rejilla al menos 3 horas para que termine de asentar. Servir a temperatura ambiente o frío con nata ligeramente batida.