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Ñeembucú lleva casi tres meses sin precipitaciones importantes, el último registro de apenas 18,5 mm el pasado fin de semana solo alcanzó para sofocar un incendio forestal que llevaba más de 15 días activo, arrasando con más de 1.000 hectáreas de campos y pastizales.
La emergencia ambiental ha cobrado la vida de cientos de animales silvestres y ha puesto en jaque la producción agrícola y ganadera en la región. Los productores locales reportan una importante merma en la producción de leche y queso, principales fuentes de ingresos para muchas familias ñeembuqueñas.
La sequía ha reducido la disponibilidad de pasturas para el ganado, afectando su alimentación y, en consecuencia, la producción láctea. En el sector agrícola, los efectos de la falta de lluvias y las temperaturas extremas de las últimas semanas también se hacen sentir. Cultivos de sandía y melón, han sufrido pérdidas importantes, mientras que la producción de papa y cebolla no alcanzó el rendimiento esperado.
La escasez de agua también pone en riesgo la provisión de alimentos para el ganado vacuno, lo que podría generar aún mayores pérdidas económicas para los productores si pronto la lluvia no se hace presente.
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Pronóstico de lluvias genera expectativas
Según la Dirección Nacional de Meteorología, se esperan lluvias en Ñeembucú desde este lunes hasta el sábado, con acumulados estimados entre 60 y 80 mm. El meteorólogo Jorge Acosta explicó que, hasta el momento, las precipitaciones han sido dispersas y de baja intensidad en la zona.
“Apenas tenemos un acumulado de 18,5 mm de agua caída en lo que va del año. La lluvia se desvió nuevamente, ojalá que esta semana pueda alcanzarnos”, expresó Acosta, reflejando la incertidumbre de los productores ante el fenómeno climático.
La falta de lluvias en el sur de Ñeembucú contrasta con las precipitaciones intensas que han caído al otro lado del río Paraguay, en las vecinas provincias argentinas. Hasta ahora no existe una explicación exacta de por qué las lluvias no llegan con la misma intensidad en la zona sur de Paraguay.
Mientras tanto, los productores siguen atentos al pronóstico con la esperanza de que las lluvias anunciadas en los próximos días ayuden a mitigar el impacto de la sequía y a recuperar, en la medida de lo posible, las pérdidas sufridas en la producción.