“Hay una práctica constitucional según la cual un gobierno de coalición dimite cuando un partido se va. No quiero dirigir un gobierno cuya legitimidad está en entredicho”, declaró la dirigente socialdemócrata, añadiendo que esperaba ser reelegida en una próxima votación.
Andersson reemplazó a su compañero Stefan Lofven, que renunció el 10 de noviembre tras siete años como primer ministro en un movimiento largamente anticipado para dar margen a su sucesor de preparar las elecciones generales de septiembre de 2022.