En caso de ser aprobado, Chile se convertiría en el noveno país de América en legalizar el matrimonio igualitario después de Canadá, Estados Unidos, Costa Rica, Ecuador, Colombia, Brasil, Uruguay y Argentina. En México es legal en 14 de los 32 estados del país.
El proyecto busca equiparar derechos y obligaciones independientemente del sexo de las personas que conformen el matrimonio.
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Para ello cambia el concepto de matrimonio entre un hombre y una mujer para que se aplique sin distinción de sexo.
Hoy, la única herramienta jurídica para unir legalmente a parejas del mismo sexo es el Acuerdo de Unión Civil -aprobado en 2015- que permite acceder a casi todos los derechos que estipula el matrimonio pero niega la posibilidad de adopción y los derechos de filiación de hijos para parejas del mismo sexo, discriminación que con este proyecto cambiaría.
Celebración postergada
Antes de la crucial votación de los 43 senadores chilenos, para la cual organizaciones de la comunidad LGBTIQ+ se habían preparado para celebrar, el proyecto fue revisado por la Comisión de Constitución de la Cámara Alta, que ante divergencias lo envió a una comisión mixta de senadores y diputados.
“Hay un desánimo pero a la vez la esperanza continúa, porque tenemos el apoyo de la comunidad”, dijo a Javiera Zúñiga, vocera del Movimiento de Integración y Liberación homosexual (Movilh), en las afueras de la sede del Congreso en Valparaíso.
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La Comisión Mixta quedó citada para el próximo lunes 6 de diciembre.
“Hay algunos temas para corregir, pero tenemos la firme convicción de aprobarlo aunque debemos ser rigurosos” , explicó a la prensa el senador del opositor Partido Socialista, Alfonso Durresti.
Entre los puntos que generaron divergencias está la modificación al código del trabajo, la causal de divorcio al existir un cambio de género y la posibilidad de que en tratamientos de fertilidad puedan ser realizados por una tercera persona, abriendo la posibilidad de permitir el “vientre de alquiler”, explicaron fuentes del Congreso.