En Austria casi un 70% de la población tiene un certificado de vacunación activo con la pauta completa.
El canciller federal, Karl Nehammer, anunció las medidas en una rueda de prensa en Viena en la que enfatizó que la pandemia no había terminado pero el descenso en la presión hospitalaria permite dar ese paso.
"Con cuidado y precaución queremos recuperar paso a paso la libertad que nos ha quitado el virus", declaró el conservador Nehammer al anunciar las medidas de alivio.
Desde este sábado ya no será indispensable, como hasta ahora, mostrar un certificado de vacunación o sanación para asistir a eventos de ocio, entrar en restaurantes, bares o acceder a servicios como una peluquería. Una prueba pcr negativa bastará.
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A partir del 5 de marzo se eliminarán los controles de los certificados covid de vacunación o sanación para acceder a casi todos los espacios, con la excepción de aquellos que acojan a personas vulnerables, como las residencias para mayores y los hospitales.
También se permitirá la reapertura de los locales nocturnos y se eliminarán las restricciones de horario y aforo en restaurantes, bares y eventos culturales o deportivos en espacios cerrados.
Nehammer indicó que se mantendrá el requisito de usar mascarillas FFP2 para proteger a personas vulnerables en espacios comunes como el transporte público, tiendas esenciales como supermercados y farmacias, así como en hospitales, consultas médicas y residencias.
Las autoridades de Viena, donde Gobiernan socialdemócratas y liberales, y que es con 1,8 millones de habitantes la ciudad más grande del país, han decidido mantener el certificado de vacunación o sanación como requisito para entrar a bares y restaurantes, incluso después de este sábado.
La eliminación de casi todas las restricciones, debido a que el efectos de la variante ómicron es más leve, ha despertado la cuestión de si el Gobierno aplicará la vacunación obligatoria que aprobó recientemente.
En una entrevista el pasado domingo con el diario Kronen Zeitung, Nehammer no descartó suspender la aplicación de la normativa, que a partir de mediados de marzo prevé multas de hasta 3.600 euros para quien no se inmunice.