“Los soldados del califato detonaron dos artefactos explosivos que estaban adheridos a dos autobuses que transportaban a unos infieles en las zonas 3 y 10 de Mazar-e-Sharif”, indicó la organización yihadista en un comunicado difundido a través de la red de mensajería Telegram.
El doble atentado, afirmó, se produce en el marco la campaña que denominan “venganza de los dos jeques” lanzada hace dos semanas por el nuevo portavoz del EI, Abu Omar al Muhager, en referencia a las muertes del anterior líder de la organización, Abu Ibrahim al Hashim al Qurashi, y del exportavoz Abu Hamza al Qurashi.
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Hashim al Qurashi se hizo explotar durante una operación estadounidense el pasado febrero en el noroeste de Siria.
Los atentados del jueves, que tuvieron lugar simultáneamente cuando los dos autobuses se dirigían a zonas rurales de Mazar-e-Sharif tras haber recogido pasajeros en la misma estación, se produjeron tras una serie de ataques en distintos puntos del país durante la semana pasada, una de las más sangrientas desde que los talibanes llegaron al poder en agosto.
Las acciones terroristas, algunas de las cuales han sido reivindicadas por el EI, han estado dirigidas contra mezquitas y centros educativos de la minoría chií y han dejado 61 muertos y un centenar de heridos, según las autoridades talibanes del país, aunque activistas sugieren que el número de víctimas podría ser mucho mayor.