Vestirse en la Argentina de los “bolsillos flacos” es más caro que en Europa

Natalia Kidd Buenos Aires, 4 jun (EFE).- Comprar ropa en Argentina resulta más caro que en otros países de Latinoamérica e, incluso, que en Estados Unidos y Europa, según estudios comparativos difundidos en el país suramericano, donde la pérdida constante del poder adquisitivo por la elevada inflación está haciendo que renovar vestuario sea un lujo.

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Según un reciente informe del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) de la Fundación Mediterránea, en abril pasado los precios en dólares de diversos productos en Argentina resultaron más baratos que en otros catorce países de América, Europa y Asia, con la única excepción de las prendas de vestir.

El estudio comparativo, que se realizó con datos de los sitios Numbeo y Preciosmundi sobre precios de diversos bienes, tuvo en cuenta —para el caso de textiles y calzados— tres prendas básicas: un vestido de Zara o H&M, unos vaqueros Levi's y un par de zapatillas deportivas Nike.

Del informe se desprende que Argentina es el país más caro para comprar zapatillas: 102,3 dólares —casi un tercio de un salario mínimo en el país—, frente a 56,6 en Chile, 75 en España, 92,3 en Francia, 77,2 en Estados Unidos y 66,8 en Japón.

¿Un vestido en Argentina? Cuesta 42,7 dólares. Solo un poco más caro que en Uruguay (42,9 dólares), pero esta prenda se consigue a 31,8 en España y 35,5 en Estados Unidos.

Algo similar pasa con los jeans: 55,6 dólares en Argentina, más baratos que en Europa, pero por encima de 44,2 dólares que cuestan en Estados Unidos, un valor muy similar al que se paga en Brasil o México.

VESTIRSE: 10 % DEL SALARIO

"La tendencia en el mundo es la contraria: mientras que en Argentina la ropa se encarece, en los principales países se abarata a pesar de la subida de costos. Esto genera que, en muchos casos, la ropa este más cara en Argentina que en otros países", dijo a Efe Alejandro Ovando, director de IES Consultores.

Según otro informe elaborado por la consultora FMyA, el gasto en productos textiles tiene en Argentina un mayor peso dentro de la cesta de consumo que en otros países de la región o que en España y Estados Unidos.

De acuerdo con FMyA, el valor mensual de la cesta de textiles en Argentina es de 109 dólares, por encima de los 100 en Estados Unidos y de los 64 en Chile.

El gasto en textiles en Argentina —país donde el 37,3 % de la población es pobre— supera, además, al de los alimentos, calculado en 91 dólares para mayo último.

Con un salario bruto promedio calculado en 1.125 dólares, el gasto mensual en textiles representa el 10 % del salario de un argentino, cuando ese peso es del 2 % para un estadounidense, del 5 % para un español y del 7 % para un chileno. El peso solo es mayor para los mexicanos (12 %) y los brasileños (14 %), países con salarios promedio menores.

PRECIOS Y PROTECCIONISMO

Los estudios comparativos se dieron a conocer luego de que en marzo y abril los valores de la indumentaria en Argentina crecieran por encima del ya muy elevado índice de precios al consumidor —que socava el poder de compra de los salarios— y de que el propio presidente, Alberto Fernández, cuestionara a la industria textil local, que goza de cierto proteccionismo, por los precios disparados.

Según datos oficiales, mientras que en abril la inflación general fue del 6 % (58 % interanual), el precio de las prendas de vestir y del calzado aumentó en promedio 9,9 % frente a marzo (73,4 % interanual).

"Uno los protege y cuida (a los empresarios textiles), pero eso se vuelve en contra de la gente", se quejó Fernández, cuyo Gobierno restringe las importaciones de muchos bienes ante la falta de divisas del país.

Esto no era así durante el gobierno de Mauricio Macri (2015-2019), cuando hubo mayor apertura a las importaciones y los precios de la ropa crecieron por debajo de la inflación general.

Según Ovando, una mayor apertura de importaciones "sin duda haría bajar los precios internos" de la indumentaria, pero es una alternativa que requiere una discusión más profunda sobre "lo que quiera el país a mediano y largo plazo".

“¿Se quiere tener una industria textil competitiva con base en una política industrial, o solo protegida, cuyo costo lo termina pagando el consumidor? ¿Vale la pena que en Argentina la ropa sea más cara que en el exterior? ¿Cuáles son los beneficios de eso?”, se preguntó el experto.

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