“Estaba previsto que se reuniera allí un gran número de personas. Pero no esperábamos que se produjeran víctimas a gran escala debido a este hecho”, afirmó hoy Hong Ki-hyun, jefe de la Oficina de Gestión del Orden Público de la Policía surcoreana, en declaraciones recogidas por la agencia local Yonhap.
Según Hong, el número de personas congregadas era similar al de otros años o un poco más elevado, aunque no pudo confirmar si el ritmo al que comenzaron a reunirse era más alto que en años anteriores y dijo que los agentes en la zona “no detectaron un aumento repentino de la multitud”.
El funcionario de la Policía hizo estas declaraciones después de que en la noche del sábado, una muchedumbre se aglomerara de manera descontrolada en un estrecho callejón del barrio de Itaewon (Seúl), dejando 154 víctimas mortales, 26 de las cuales son extranjeros, según las cifras actualizadas hoy por el Mando de Desastres y Contramedidas de Emergencia del país.
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Cientos de personas quedaron atrapadas, algunas durante más de una hora, y como resultado muchas, la mayoría mujeres en la veintena, perdieron la vida asfixiadas.
Al número de fallecidos hay que añadir que se teme por la vida de otros 33 heridos graves y 116 heridos más leves, según un comunicado del organismo, que añade que de momento todas las víctimas salvo una han sido identificadas.
Hong señaló que 137 agentes de policía estaban congregados en la zona de Itaewon el sábado, en comparación con los entre 37 y 90 de los años anteriores a la pandemia, aunque su labor estaba destinada a evitar ilegalidades como la venta y consumo de drogas y a gestionar el tráfico rodado.
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Según dijo, no se dedicaron medidas especiales relacionadas al control de personas en el callejón donde se produjo la tragedia y tampoco existe un manual que contemple este tipo de eventos masivos en los que no existe un organizador claro.
La Policía surcoreana planea ahora crear una serie de medidas complementarias para determinar el grado de intervención del sector público en caso de que una situación similar se produzca de nuevo.
Corea del Sur ha declarado luto nacional durante una semana por la peor tragedia que ha vivido el país desde el hundimiento en 2014 del ferri Sewol, donde perdieron la vida más de 300 personas, la mayoría de ellos estudiantes de secundaria.