“Aceptamos la responsabilidad de un ataque suicida contra los enemigos del Islam en Islamabad. Este bendito ataque, que fue llevado a cabo por nuestro compañero Maulana Khabib, se realizó como venganza” por la muerte del líder del TTP Omar Khalid Khurasani, indicó en un comunicado el portavoz talibán Muhammad Khurasani.
El portavoz aseguró que seguirán "vengando la sangre" de sus líderes y cumplirán con el sueño de instaurar un sistema islámico en Pakistán.
El alto comandante del TTP Abdul Wali, conocido como Omar Khalid Khurasani, falleció el pasado agosto en el vecino Afganistán cuando su vehículo impactó contra un artefacto explosivo improvisado, que los talibanes paquistaníes calificaron de ataque enemigo.
Lea más: Al menos tres muertos y seis heridos en una explosión suicida en Islamabad
El ataque de hoy fue perpetrado hace unas horas en el sur de la capital paquistaní, después de que un atacante suicida se detonase con explosivos cuando la Policía detuvo su vehículo para una inspección, informó a la prensa el subinspector general de Policía, Sohail Zafar.
Además de los dos atacantes que viajaban en el coche, un oficial de Policía murió y otras seis personas, entre ellas cuatro agentes, resultaron heridos.
El ataque se produce mientras las autoridades aumentan las medidas de seguridad ante el recrudecimiento de las operaciones insurgentes en el país, especialmente en las provincias de Khyber Pakhtunkhwa, en el noroeste, y Baluchistán, en el sur.
El TTP es un paraguas de varios grupos armados tribales creado en 2007 que busca imponer un Estado islámico en Pakistán y es aliado de los talibanes afganos, a los que guarda lealtad.
Desde su formación, el grupo ha llevado a cabo una brutal campaña de ataques terroristas en todo el país y matado a miles de personas, incluido un intento de asesinato de la premio Nobel Malala Yousafzai en 2012.
Esos ataques comenzaron a disminuir en 2014, pero desde que los talibanes afganos tomaron el poder en el vecino Afganistán, en agosto del año pasado, Pakistán ha visto un aumento en las actividades terroristas del TTP.
Las partes comenzaron el año pasado un proceso de diálogo con los talibanes afganos como mediadores y el TTP decretó un alto el fuego, aunque el pasado noviembre anunció la reanudación de los ataques en Pakistán tras las infructuosas negociaciones.