“Presión” israelí merma salud mental de palestinos de Masafer Yata, según MSF

Jerusalén, 3 abr (EFE).- Los palestinos de Masafer Yata, una zona del sur de Cisjordania ocupada en riesgo de expulsión por parte de Israel, sufren una “vida insoportable” con severos perjuicios a su salud mental por el “miedo constante al desalojo”, denuncia un informe publicado hoy por la ONG Médicos sin Fronteras (MSF).

Masafer Yatta
Masafer Yatta

En un área con 12 aldeas y 1.144 habitantes -569 de ellos menores de edad-, “la enorme presión” de Israel para forzarles a abandonar sus hogares afecta a su salud física y mental, dice MSF, que trabaja con clínicas móviles desde 2021 en la zona, también marcada por las demoliciones y las redadas por parte de fuerzas israelíes.

El informe de MSF, titulado "La vida insoportable: repercusiones de las medidas israelíes de desalojo forzoso de los residentes de Masafer Yata", relata cómo Israel les hace la situación "imposible" y cómo también son hostigados por agresiones de colonos del área.

“Los soldados entran en las aldeas por la noche, imponen toques de queda y otras restricciones de movimiento, dirigen entrenamientos militares cerca de las zonas habitadas, confiscan vehículos y derriban casas”, afirma David Cantero, coordinador general de MSF en territorio palestino ocupado.

"Durante el último año, hemos visto de primera mano el impacto de un entorno cada vez más represivo en la salud física y mental de la población", lamenta Cantero, que exige a Israel "la suspensión inmediata del plan de desalojo".

Los palestinos de Masafer Yata -dedicados en gran medida al pastoreo y agricultura- libraron una batalla judicial de dos décadas que acabó en mayo de 2022 con un fallo de la Corte Suprema israelí.

El Tribunal autorizó su expulsión definitiva para convertir el área en zona de entrenamiento militar israelí. El desalojo aún no se llevó a cabo, pero podría ser en cualquier momento. De producirse, supondría una de las mayores expulsiones en zona ocupada desde 1967.

MSF también pide "el cese de la aplicación de medidas que limitan el acceso de la población" a servicios básicos como atención médica, lo que ve como "un sufrimiento innecesario", y llama a la comunidad internacional a intervenir.

A medida que aumentó la presión, MSF destaca que hubo también un "fuerte aumento de demanda de servicios de salud mental entre los residentes que sufrieron allanamientos de morada y demoliciones".

Los pacientes de MSF que fueron objeto de redadas o irrupciones de fuerzas israelíes en sus viviendas fueron un 20,8 % entre mayo y octubre de 2021. El año siguiente, en los mismos meses -y tras la sentencia del Supremo israelí-, la cifra ascendió a casi el 40 %.

Asimismo, mientras que los derribos de viviendas solo afectaron a 3,8 % de los atendidas por MSF entre mayo y octubre de 2021, los pacientes afectados por demoliciones en el mismo período de 2022 fueron en torno al 21 %, casi seis vez más.

De hecho, el aumento de la presión "coincide con un incremento de pacientes con síntomas psicosomáticos, postraumáticos y depresivos", según el informe.

En 2022, más de la mitad de pacientes de MSF presentaron síntomas psicosomáticos frente al 38 % de 2021, una cuarta parte tuvo síntomas postraumáticos en relación al 11% del año anterior, y casi tres de cada cuatro describieron síntomas depresivos, un porcentaje más alto en comparación con el 56 % registrado el año previo.

A esta situación se agregan los recurrentes cortes de agua o la destrucción de depósitos, lo que agrava la escasez ya existente de este recurso, así como las restricciones de movimiento que impone a menudo el Ejército israelí.

Israel se hizo con el control de Cisjordania en 1967, y mantiene una larga ocupación y colonización del territorio desde entonces. Palestinos y grupos de derechos humanos denuncian que Israel les aplica un régimen de apartheid y segregación racial.

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...