Una multitud se congregó en el interior y los alrededores de la Universidad de Teherán, donde el guía supremo del país, el ayatolá Ali Jamenei, dirigirá la oración en la ceremonia de despedida para del presidente iraní Ebrahim Raisi y sus siete acompañantes.
El accidente, en el que también murió el canciller Hossein Amir Abdollahian, se produjo el domingo en una zona montañosa en el noroeste de Irán, cuando la comitiva iba camino a la ciudad de Tabriz tras inaugurar una presa en la frontera con Azerbaiyán.
La operación de rescate, dificultada por la lluvia y la niebla, implicó a decenas de equipos y contó con la ayuda de Turquía, Rusia y la Unión Europea.
El lunes por la mañana, la televisión estatal anunció el deceso del presidente de 63 años, elegido en 2021 y considerado como uno de los favoritos para eventualmente suceder al guía supremo Jamenei.
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En la capital, enormes pancartas honraban al difunto presidente con lemas como “el mártir en servicio” o “adiós al servidor de los desaventajados”.
Los residentes de Teherán habían recibido mensajes telefónicos en que se los instaba a acudir al funeral.
La procesión fúnebre debe comenzar en la Universidad de Teherán y dirigirse hacia la enorme plaza Enghelab en el centro de la ciudad, según los medios estatales.
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