El ministro iraní de Exteriores, Abás Araqchí, llamó anoche en conversaciones telefónicas a sus homólogos de Brasil, Sudáfrica, Argelia, Burkina Faso, Bangladesh y Pakistán a "oponerse a otra medida anti Irán de los tres países europeos”, de acuerdo con la agencia estatal IRNA.
“La decisión inadecuada de los tres países europeos de emitir una resolución contra Irán sólo debilitará y perturbará los procesos interactivos entre el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) e Irán”, advirtió en las conversaciones Araqchí.
El jefe de la diplomacia iraní afirmó que la resolución presentada por los países europeos “podría alterar las funciones técnicas y profesionales” y “dañar la credibilidad” del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Alemania, Francia y Reino Unido, con el respaldo de EE.UU., presentaron ayer una resolución ante la Junta en la que pidieron la elaboración de un "informe integral" sobre las actividades atómicas iraníes.
La resolución busca ejercer presión diplomática sobre la República Islámica tras el fracaso del acuerdo nuclear de 2015, que establecía importantes limitaciones al desarrollo nuclear iraní a cambio de alivio en las sanciones internacionales, sobre todo económicas.
Ese acuerdo quedó muy golpeado tras la retirada unilateral de Estados Unidos en 2018 durante la primera Administración de Donald Trump y la reimposición de sanciones contra Irán, que respondió enriqueciendo uranio a niveles más altos de lo permitido.
Irán ha advertido que si la Junta de Gobernadores aprueba una resolución en su contra responderá de manera “apropiada y proporcional”.
En ocasiones pasadas, Teherán ha tomado medidas como la desconexión de cámaras de vigilancia y vetado a varios inspectores de la ONU como respuesta a resoluciones en su contra.
Irán ha aceptado frenar el enriquecimiento de uranio al 60 % -cercano al nivel de uso militar-, informó ayer el director del OIEA, Rafael Grossi, quien dijo que Teherán ya dio "pasos técnicos iniciales" en esa dirección.