“Caí al suelo y continuaron golpeándome, apuntando de forma deliberada a mis testículos y otras partes sensibles. La paliza duró minutos. Cuando me desperté, estaba en una ambulancia de camino al hospital”, cuenta Wisam Dufosh, de 35 años, padre de tres hijos y quien fue atacado por cinco soldados el pasado 24 de junio.
En Hebrón, la segunda ciudad palestina más grande de Cisjordania, viven alrededor de 800 judíos colonos junto a unos 200.000 palestinos. Más de un millar de soldados mantienen puestos de control militares que separan a ambos y limitan el movimiento de los segundos.
"Las víctimas describen haber sido agarradas al azar por soldados, principalmente mientras caminaban por las calles de la ciudad realizando sus actividades diarias. Fueron golpeados y sometidos a severos abusos por soldados", recoge el informe.
La oenegé indica que ninguna de las víctimas había cometido ningún delito y que la mayoría fueron llevadas a instalaciones militares, donde tuvieron lugar los abusos, en ocasiones, grabados por los propios soldados.
Para el director ejecutivo de B'Tselem, Yuli Novak, estos casos no son "incidentes aislados" son "el resultado de la deshumanización de los palestinos dirigida por el Gobierno israelí".
El informe concluye que desde el estallido de la guerra en Gaza, el Gobierno israelí ha permitido "un enorme uso de la violencia y otras medidas represivas" contra los palestinos residentes de Cisjordania ocupada, en especial contra hombres jóvenes a quienes, dicen, responsabilizan de los ataques de Hamás del 7 de octubre.
"Este enfoque permite hacerles daño sin ningún tipo de escrúpulo moral", subraya el informe.
Asimismo, la violencia sexual también forma parte de los relatos de algunas de las víctimas que aseguran haber sufrido amenazas explícitas de violación por parte de los soldados hasta fuertes golpes en sus genitales.
En lo que va de 2024 unos 460 palestinos han muerto por fuego israelí, la mayoría milicianos de los campamentos de refugiados, pero también civiles, incluidos más de 70 niños, según el recuento de EFE basado en informes de Sanidad.