“Esta ceremonia de compromiso es como una boda real para nosotros”, explicó Hazel, feliz de darse el ‘sí quiero’ con su pareja Leia tras casi quince años juntos.
De punta en blanco y acompañados de allegados y familiares en la alcaldía de Ciudad Quezón, una de las principales ciudades de la metrópolis de Manila y cuyas autoridades se precian de su carácter inclusivo, Hazel subrayó su esperanza de que un día Filipinas reconozca oficialmente su unión.
“Especialmente por cuestiones legales como documentos, y otros temas”, explicó, mientras en una mesa cercana los encargados de la ocasión daban a probar anillos nupciales de varios tamaños a las parejas, antes del inicio de la ceremonia.

El evento se celebró en una sala de ceremonias decorada para la ocasión y bajo la mirada de acompañantes y familiares de las parejas.
También contó con la presencia de autoridades como la alcaldesa de la urbe, Josefina Belmonte, que explicó a EFE que su administración hace esfuerzos para que avancen los derechos de la comunidad con políticas de igualdad “en los límites de nuestra jurisdicción”.
“A pesar de que no puedo casarles según la ley del mismo modo que lo hago a parejas heterosexuales, lo que sí puedo es organizar una ceremonia de compromiso, que es nuestra forma de reconocer que el amor de las parejas LGTBIQ+ es un amor genuino”, dijo.

Las autoridades de la ciudad comenzaron a celebrar este tipo de bodas multitudinarias pero sin validez legal en 2020 y, tras un parón provocado por la pandemia del coronavirus, reanudaron la práctica.
Pese a la fuerte influencia del cristianismo en Filipinas, donde casi el 80 % de la población se declara católica, el país asiático goza de una reputación de ser particularmente acogedor para la comunidad LGTBI.

En 2019, el Tribunal Supremo de Filipinas reconoció que la Constitución del país no prohibía explícitamente el matrimonio homosexual, pero denegó este derecho ante la petición de un abogado que inició un proceso para el reconocimiento de las uniones civiles homosexuales.
Tailandia se convirtió el pasado enero en el primer país del Sudeste Asiático en reconocer las uniones entre personas del mismo sexo, un hito que se celebró con centenares de enlaces.