Una decena de dirigentes europeos intentaron superar sus diferencias en una reunión de crisis sobre Ucrania este lunes, pero la “nueva fase” de las relaciones con Estados Unidos con Donald Trump en el gobierno evidenció divisiones sobre el envío de tropas de mantenimiento de la paz.
Una decena de dirigentes de la Unión Europea y de la OTAN se reunieron este lunes en París para mostrar un frente unido ante el giro de la política de Estados Unidos en la guerra en Ucrania, pero el eventual envío de tropas de paz causó discrepancias.
Los dirigentes europeos temen que Trump selle un acuerdo Rusia en unas conversaciones que excluyan a Ucrania y la Unión Europea.
Ante ello, el anfitrión de la cita, el presidente francés Emmanuel Macron, aseguró que “queremos una paz sólida y duradera en Ucrania. Para ello, Rusia debe terminar su agresión y esto debe venir acompañado por garantías de seguridad fuertes y creíbles para los ucranianos”.
Hizo la declaración en una conversación telefónica con su par ucraniano, Volodímir Zelenski, quien expresó que los europeos “compartimos una visión común: las garantías de seguridad deben ser robustas y confiables”.
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Pero durante la reunión a la que asistieron los jefes de gobierno de Alemania, Reino Unido, Italia, Polonia, España, Países Bajos y Dinamarca, la idea de enviar tropas a Ucrania, incluso en un futuro para garantizar un alto el fuego, evidenció fricciones.
El jefe del gobierno saliente de Alemania, Olaf Scholz declaró a la salida de la reunión que el debate es “altamente inapropiado” y “prematuro”.
El ministro de Relaciones Exteriores español, José Manuel Albares, estimó a su vez que “es muy incipiente” hablar del envío de tropas a Ucrania.
“En estos momentos no hay paz, y el esfuerzo tiene que ser lograrla lo antes posible”, afirmó.
También acudieron el presidente del Consejo Europeo, la presidenta de la Comisión Europea y el secretario general de la OTAN.
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