La Unesco expuso que estos casos “son un llamado para el fortalecimiento integral de tanto los procesos de investigación como los mecanismos de protección de periodistas”, para lo cual urge el apoyo y acompañamiento a jueces, ministerios públicos, policías y otros actores involucrados.
Por lo que reiteró su disposición a dar acompañamiento técnico “ante al complejo panorama para la libertad de expresión y el acceso a la información en la región”.
Asimismo, alertó de que de los 10 crímenes contra periodistas en todo el mundo este año, ocho ocurrieron en América Latina y el Caribe, y la mitad de ellos en México.
Los asesinatos documentados en el Observatorio de la Unesco corresponden a Calletano de Jesús Guerrero, en Teoloyucan, Estado de México, el 17 de enero; Alejandro Gallegos León, en Cárdenas, Tabasco, el 25 de enero; Jesús Alberto Camacho Rodríguez, cuyo cuerpo fue identificado en Culiacán, Sinaloa, el 20 de febrero; y Kristian Uriel Martínez Zavala, asesinado en Silao, Guanajuato, el 2 de marzo.
Había recibido amenazas de muerte
En un comunicado, el organismo de la ONU advirtió que Calletano Guerrero había recibido amenazas días antes de su muerte, al igual que Kristian Martínez, quien había sido constantemente amenazado en relación con su trabajo.
Señaló, además, que Alejandro Gallegos fue encontrado un día después de reportarse su desaparición, mientras que los informes sobre Jesús Camacho indican que había desaparecido entre 2018 y 2020.
La organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha advertido de que México sigue siendo el país más peligroso para los periodistas fuera de las zonas de guerra, y ocupa el puesto 121 en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2024 de RSF.