En un comunicado, los rebeldes señalaron que el “domingo por la noche, aviones de guerra estadounidenses atacaron un barrio residencial en la zona de Asr del distrito de Ma’een de la capital, matando a un civil e hiriendo a otros 14, incluidos niños y mujeres, según un balance preliminar”.
El Gobierno hutí en Saná, que se hace llamar de “cambio y construcción”, afirmó que EE.UU. es “plenamente responsable de este crimen” y de todos los “crímenes terroristas perpetrados contra el pueblo yemení”.
Asimismo, los insurgentes sostuvieron que es “mentira” la afirmación de los estadounidenses de que solo están “atacando las capacidades militares yemeníes”, y añadieron que hay “pruebas” que confirman ataques a “barrios residenciales y a civiles inocentes”.
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Concluyeron en su nota que los “desafíos y sacrificios no les disuadirán de continuar su apoyo al pueblo palestino oprimido en Gaza”, así como “al pueblo libanés y a la resistencia islámica”, en referencia al grupo chií libanés Hizbulá, aliado de los hutíes.
El movimiento insurgente respaldado por Irán ha lanzado cientos de ataques contra Israel, así como contra la navegación comercial en los mares Rojo y Arábigo, desde el estallido de la guerra en la Franja de Gaza el 7 de octubre de 2023 en respuesta a la matanza de palestinos por parte del Estado judío.
Los hutíes cesaron sus acciones con la entrada en vigor del alto el fuego entre Israel y el grupo islamista Hamás a mediados de enero en Gaza.
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No obstante, cuando Israel rompió el acuerdo de tregua, los hutíes anunciaron que reanudaban sus ataques para presionar al Gobierno de Benajamín Netanyahu de que levante el asedio a Gaza.
Como represalia, EE.UU. lleva días con operaciones militares aéreas en el Yemen que han dejado más de medio centenar de muertos y varios heridos.
En respuesta, en los últimos días, los hutíes volvieron a reivindicar el lanzamiento de misiles y drones contra Israel y los buques de guerra estadounidenses en la zona.
