El periódico local Tribuna de La Habana citó el hurto “reciente” de 600 metros de cable de teléfonos en el municipio capitalino de Boyeros. El hecho provocó la interrupción del servicio a más de 300 clientes en la zona. El rotativo habanero calificó la situación como “alarmante”.
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Al cierre del pasado año, se contabilizaron en la capital 39 hechos de este tipo, cifra que casi duplicó los registrados en 2023. En el primer trimestre de este año se han identificado siete daños por vandalismo, señaló el artículo.
El jefe del centro telefónico de Boyeros, Armando Marchan Bárcena, refirió que en esa zona se han registrado cuatro actos vandálicos por el corte y sustracción de cables desde febrero de 2023 hasta la fecha.
Los escenarios más frecuentes de estos hechos son los municipios habaneros de Arroyo Naranjo, Cotorro y Boyeros.
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De acuerdo con especialistas de la empresa estatal de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA), los cables robados “son los más gruesos, los que permiten las conexiones con calidad a mayores distancias y son los más costosos”.
Estos hechos ocurren cuando el país caribeño está inmerso en una compleja crisis económica con escasez de productos básicos (alimentos, medicinas, combustible), apagones diarios, una inflación que ha triplicado los precios del mercado formal en los últimos cuatro años y una dolarización parcial creciente.