La audiencia, celebrada en la sala 417 del Tribunal del Distrito Central de Seúl, comenzó a las 10:00 hora local (22:00 del domingo en Paraguay).
Es la primera comparecencia formal de Yoon tras ser destituido por unanimidad por el Tribunal Constitucional el 4 de abril, que consideró que el mandatario violó la Carta Magna al intentar interferir con una votación legislativa mediante el uso del Ejército, durante su efímera declaración de ley marcial.
La sesión ha estado marcada por una tensa confrontación entre la fiscalía y el propio exmandatario, que se dirigió personalmente al tribunal durante más de 80 minutos, en comparación con los 9 minutos que habló su abogado, según la agencia local de noticias Yonhap.
La fiscalía movilizó a 12 fiscales y argumentó durante más de una hora que Yoon preparó y simuló con antelación el despliegue de tropas con fines de insurrección.
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Señaló como zonas clave del supuesto intento de “alteración del orden constitucional” la Asamblea Nacional, la sede del Partido Democrático y la Comisión Electoral.
Yoon dijo que solo fue un acto simbólico, y no una operación militar. “Fue un mensaje al país, no una insurrección”, declaró.
También afirmó que su experiencia de 26 años como fiscal lo hace consciente de la seriedad del delito que se le imputa, y aseguró que la acusación carece de lógica jurídica.
Durante su intervención, Yoon calificó de “mentira absoluta” las declaraciones en su contra presentadas ante el Tribunal Constitucional por antiguos altos mandos, y sostuvo que varios testimonios fueron manipulados por presión o miedo.
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En las siguientes horas comparecerán como testigos Cho Sung-hyun, comandante del Primer Grupo de Defensa del Comando de Defensa de la Capital, y Kim Hyung-ki, jefe del Primer Batallón de Fuerzas Especiales del Comando Bélico del Ejército.
Ambos declararon en el previo juicio penal contra Yoon Suk-yeol en el Tribunal Constitucional. En aquel entonces, Cho testificó que su entonces superior, Lee Jin-woo, le ordenó desalojar por la fuerza a legisladores del Parlamento tras la declaración de la ley marcial. Por su parte, Kim habría recibido instrucciones similares de su cadena de mando esa misma noche, según Yonhap.
Yoon llegó al tribunal unos 10 minutos antes del inicio del juicio en un vehículo oficial, accediendo por el estacionamiento subterráneo por motivos de seguridad. El tribunal no autorizó la solicitud de los medios para tomar imágenes dentro de la sala.
El exmandatario enfrenta cargos por los que podría ser condenado a cadena perpetua o incluso a la pena de muerte, según lo establece el Código Penal surcoreano en casos de insurrección.