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En conversación con ABC Color, Ana María Careaga, hija de la activista política paraguaya Esther Ballestrino, quien vivió en Paraguay durante muchos años, fue militante del Partido Revolucionario Febrerista y una figura de relevancia en la lucha contra la dictadura en Argentina, recordó la relación de amistad que su madre mantuvo con un joven Jorge Bergoglio, quien iría a convertirse en el papa Francisco.
Esther Ballestrino nació en Uruguay, pero vivió desde muy joven en Paraguay, donde militó en el Partido Revolucionario Febrerista y fundó el movimiento femenino de ese partido de izquierda, antes de verse obligada a salir del país durante la dictadura de Higinio Morínigo (1940-1948).
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Luego de dejar Paraguay, Ballestrino –quien se graduó como doctora en química en la Universidad Nacional de Asunción- vivió en Argentina y entabló amistad con Bergoglio cuando este estudiaba para ser técnico en química y acabó bajo su mentoría.
“La mujer que le enseñó a pensar”
“La relación entre ellos, el haber conocido a mi mamá, haber compartido esos años cuando estaba en formación, dejó una huella indeleble en sus elecciones de vida, en su historia”, dijo Careaga.
“Él dice que fue la mujer que le enseñó a pensar, viniendo ella de una formación marxista, militante del Partido Revolucionario Febrerista, fundadora del movimiento femenino del partido, muy comprometida con la realidad de su tiempo”, añadió.
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Careaga opinó que la amistad de Bergoglio con Ballestrino y los debates políticos que solían tener se vieron luego reflejados en la gestión del pontífice argentino al frente del Vaticano, desde donde sostuvo “un discurso anticapitalista no desde el sentido panfletario, sino de ubicar que el sistema capitalista era cada vez más injusto y no resolvía los problemas de la gente”.
Asesinada por la dictadura militar argentina

En junio de 1977, cuando tenía tres meses de embarazo, Ana María Careaga fue secuestrada por la fuerza policial de la dictadura militar argentina.
Ballestrino y familiares de otros desaparecidos comenzaron a reunirse en la emblemática Plaza de Mayo de Buenos Aires, dando origen a la asociación Madres de la Plaza de Mayo, una de las organizaciones activistas más importantes de la lucha contra la dictadura en Argentina.
Careaga fue liberada en octubre del mismo año y tanto ella como su madre y sus otras dos hermanas salieron del país, refugiándose primero en Brasil y finalmente en Suiza.
Sin embargo, Ballestrino volvió meses después a Argentina, donde el 8 de diciembre fue secuestrada por las fuerzas armadas junto con otras personas vinculadas a Madres de la Plaza de Mayo.
Ballestrino, junto con otros prisioneros, fue torturada durante varios días y finalmente ejecutada al ser lanzada al mar desde un helicóptero entre el 17 y 18 de diciembre de 1977.