“Las búsquedas se han prolongado durante los últimos cinco días. Las fuerzas se mueven lenta y cautelosamente desde diferentes direcciones”, dijo a EFE un mando policial, que pidió no ser identificado.
El operativo se centra especialmente en los bosques de la zona de Pahalgam, epicentro del ataque terrorista contra turistas que tuvo lugar el pasado martes en una popular pradera, y que se saldó con la muerte de 25 personas de nacionalidad india y un nepalí.
Sin embargo, la operación también se desarrolla en otros distritos, y en Srinagar, la principal ciudad de la región, la policía ha llevado a cabo intensas redadas.
Otro agente policial afirmó a EFE que solo en Srinagar se han llevado redadas en 63 lugares distintos, con decenas de detenidos.
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La cifra de detenciones asciende a 175, mientras que alrededor de 1.500 personas han sido interrogadas por las fuerzas de seguridad, según indicaron a EFE varios funcionarios de la Policía involucrados en la búsqueda.
Sin embargo, las autoridades indias no han notificado por el momento el arresto de ninguno de los tres responsables del ataque en Cachemira que aseguran haber identificado.
Además de intensificar las redadas y de haber aumentado el mayor número de controles de seguridad, las fuerzas de seguridad también han demolido más de una decena de viviendas de sospechosos de estar vinculados con la insurgencia en la región.
El despliegue de efectivos policiales para el operativo ha generado preocupación entre líderes políticos y defensores de derechos humanos, quienes acusan a las autoridades de imponer un “castigo colectivo” a la población civil de Cachemira.
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“El Gobierno de la India debe actuar con cautela y distinguir cuidadosamente entre terroristas y civiles tras el reciente ataque de Pahalgam”, escribió en X la ex jefa de Gobierno de la región, Mehbooba Mufti.
La India acusa a Pakistán de estar detrás del ataque terrorista del pasado martes, lo que ha desencadenado una grave crisis diplomática entre ambas naciones nucleares, enemistadas históricamente por el control de Cachemira.
Ambos Gobiernos han rebajado significativamente sus relaciones bilaterales, ordenando la expulsión de diplomáticos, la revocación de visados de ciudadanos del otro país en su territorio y el cierre de la frontera terrestre mutua.
Pero además, la India ha suspendido el Tratado de Aguas del Indo, firmado en 1960, y que hasta esta semana había sobrevivido a guerras y enfrentamientos entre ambos países.