Tras consolidarse como proveedor para Taiwán, Paraguay se encuentra en la recta final para ingresar al estratégico mercado de Singapur. La expectativa en la nación asiática es palpable ante la inminente llegada de un producto que promete calidad y trazabilidad, atributos cada vez más valorados por los consumidores internacionales.
Este avance no solo representa una oportunidad cuantitativa, sino fundamentalmente cualitativa para el sector porcino paraguayo. Proyecciones de la industria, basadas en declaraciones del productor Hugo Schaffrath, anticipan un aumento en la producción de entre un 20% y un 25% para finales de 2026.
Este crecimiento estratégico busca abastecer tanto la creciente demanda interna como los nuevos horizontes externos. Marta Mareco de Ros, presidenta de la Capainpod, subraya el potencial de crecimiento que aún existe en el sector para expandir la producción.
Singapur, una ciudad-estado que depende íntegramente de las importaciones de cerdo, ofrece un mercado vasto y estable con una sólida demanda local. En 2023, el suministro total de carne porcina en la isla alcanzó las 128,300 toneladas, superando significativamente a otras proteínas animales como la vacuna y la ovina, y posicionándose como la segunda carne más consumida después del pollo.

En 2024, las importaciones de cerdo fresco o congelado ascendieron a la considerable suma de 375.9 millones de euros, un mercado tradicionalmente dominado por Brasil, Australia, España y Alemania.
La concreción de este acuerdo con Singapur pasó por estrictas regulaciones sanitarias, una diplomacia activa y una visión industrial estratégica. Un pilar fundamental en este proceso ha sido la implementación del sistema de compartimentación sanitaria, una iniciativa pionera en el país que garantiza la seguridad en toda la cadena productiva, “desde el maíz que alimenta al cerdo hasta el corte de carne en el plato”, como lo describe la Cooperativa Colonias Unidas, una de las empresas clave en este desarrollo.
Esta trazabilidad integral fortalece la imagen de Paraguay como un proveedor confiable a nivel global y allanó el camino hacia mercados de alta exigencia como Japón, Corea del Sur y ahora, Singapur.
El acceso al mercado singapurense, considerado una puerta de entrada a China, es un resultado directo del marco bilateral y regional. El Tratado de Libre Comercio MERCOSUR-Singapur, firmado el 7 de diciembre de 2023, representa el primer acuerdo de este tipo entre el bloque sudamericano y una nación del sudeste asiático.
El capítulo 13 del acuerdo, dedicado a las Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (SPS), establece obligaciones que agilizan y dan previsibilidad a los sistemas sanitarios. Un aspecto innovador es el principio de pre-listado único por Singapur, que permite a las autoridades competentes confiar directamente en la información de establecimientos pre-listados en el MERCOSUR, agilizando la construcción de confianza en el sistema sanitario paraguayo.
Además, el acuerdo contempla la eliminación inmediata de aranceles para todos los bienes del MERCOSUR que ingresen a Singapur una vez que entre en vigor, asegurando una ventaja competitiva para los productos del bloque.

Singapur, con casi seis millones de habitantes y un elevado PIB per cápita de 84,734.3 dólares estadounidenses, se erige como un mercado de alto poder adquisitivo. Su rol como centro comercial, de transporte y financiero clave en Asia, sumado a su dependencia de las importaciones para alimentar a su población, lo convierte en un socio estratégico para los exportadores.
Además, Singapur es un importante proveedor de capital a nivel mundial, con una inversión extranjera directa en Sudamérica, Centroamérica y el Caribe que alcanzó los 127 mil millones de dólares en 2022. Se espera que el acuerdo MERCOSUR impulse aún más estos flujos de inversión. El alto ingreso per cápita en Singapur también sugiere precios potencialmente favorables para los productos paraguayos.
El camino hacia la consolidación en Singapur no estará exento de desafíos. El mercado está altamente regulado por la SFA (Autoridad Alimentaria de Singapur), y los estrictos requisitos sanitarios, de etiquetado y embalaje demandarán inversiones y adaptaciones en la cadena de producción paraguaya. Los procesos gubernamentales y la obtención de aprobaciones podrían representar barreras operativas y burocráticas. Además, la competencia con exportadores tradicionales como Brasil y Australia, que cuentan con modelos logísticos establecidos y en algunos casos acuerdos bilaterales preferenciales, será intensa.
A pesar de estos desafíos, la sensación de que la apertura del mercado singapurense es inminente se ve reforzada por contactos de alto nivel en los últimos días. La visión del modelo de compartimentación posiciona a Paraguay no solo como un exportador de carne, sino como un proveedor de confianza, bioseguridad y sostenibilidad.
Este nuevo horizonte en Singapur representa una confirmación del modelo productivo paraguayo y un impulso vital para el crecimiento y la diversificación de la economía nacional. Este es el contexto con el que las autoridades de Singapur esperan la visita del presidente Santiago Peña en este mes de mayo. Para los locales es una “visita histórica”, ya que nunca antes un presidente paraguayo pisó esta ciudad-estado con el que se esperan se firmen otros acuerdos.