Después de más de dos meses y medio bloqueando el acceso de toda ayuda humanitaria, Israel anunció el martes la entrada al enclave de 93 camiones de la ONU, que se suman a otros nueve el lunes.
Pero la situación humanitaria continúa siendo catastrófica, agravada por la intensificación de las operaciones militares israelíes. Ante ello, países europeos alzaron la voz.
Desde la UE, la jefa de la diplomacia del bloque, Kaja Kallas, anunció la revisión del acuerdo de asociación con Israel, en vigor desde el 2000, a raíz de la situación en Gaza.
“Depende de Israel el desbloqueo de la ayuda humanitaria. Salvar vidas debe ser nuestra máxima prioridad”, dijo Kallas tras una reunión de ministros de Relaciones Exteriores en Bruselas.
Poco antes, Reino Unido había anunciado la suspensión de las negociaciones con Israel para un acuerdo de libre comercio.
“Las presiones externas no desviarán a Israel de su senda de defensa de su existencia y seguridad”, replicó el Ministerio de Relaciones Exteriores a la decisión de Londres.
En un comunicado posterior, también criticó que la declaración de Kallas “refleja una incomprensión total de la realidad compleja a la que se enfrenta Israel” y “alienta a Hamás a mantenerse en sus posiciones”.
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“Una gota de agua”
El lunes, Canadá, Francia y Reino Unido ya advirtieron que no se quedarían “de brazos cruzados” ante las “acciones escandalosas” de Israel en Gaza.
La escalada de la ofensiva en el enclave palestino “es moralmente injustificable, totalmente desproporcionada y contraproducente”, afirmó el canciller británico, David Lammy.
Ante estas presiones, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que iba a permitir “por razones diplomáticas” el acceso de ayuda humanitaria al enclave, bloqueado desde el 2 de marzo.
El lunes entraron nueve camiones con alimentos y comida para bebé en Gaza, una cantidad que la ONU denunció como “una gota de agua en el océano”.
La oficina del gobierno israelí encargada de los asuntos civiles en los Territorios Palestinos anunció el martes el acceso de otros “93 camiones de la ONU con ayuda humanitaria, inclusive harina para panadería, alimento para recién nacidos, equipo médico y medicamentos”.
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, se mostró complacido de “ver que la ayuda está comenzando a fluir de nuevo”.
El espectro de una hambruna masiva en Gaza despertó la semana pasada una inusual crítica del presidente estadounidense, Donald Trump, hacia su aliado israelí.
Cuando el lunes Netanyahu anunció el desbloqueo del acceso de ayuda, lo justificó por la necesidad de evitar que “imágenes de hambruna masiva” deterioren el respaldo de “países amigos”.