Faure, el anti Hollande cuestionado por sus alianzas con la izquierda radical

París, 28 may (EFE).- Olivier Faure volverá a intentar renovar el liderazgo del Partido Socialista (PS) tras ser uno de los dos vencedores de la votación del martes para disputar la primera secretaría de la formación el próximo 5 de junio.

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Faure, de 56 años, mantiene la filosofía del militante de base y de un partido abierta a nuevos pactos electorales con comunistas y ecologistas, pero ya no con la izquierda contestataria de La Francia Insumisa (LFI), de cara a las presidenciales y legislativas de 2027, a pesar de las tensiones entre las tres formaciones.

Hijo de una madre vietnamita enfermera de profesión y de un padre funcionario del Tesoro público, el primer secretario socialista, con su tono de voz grave y pausado, se presenta como alguien "ni rico ni pobre que creció en un barrio popular".

Desde que tomó el mando del PS en 2018, este jurista de formación que ingresó en los gabinetes ministeriales en los años 90 ha intentado reconstruir la formación que había quedado al borde de la extinción tras las presidenciales de 2017, en las que su candidato Benoit Hamon obtuvo el 6 % de los votos, tras cinco años de un mandato de Hollande muy criticado (2012-2017).

Entre deserciones al campo del presidente Emmanuel Macron y problemas económicos -el partido tuvo que vender su palaciega sede de Solferino-, Faure no vio otro camino que aliarse con el carismático y volcánico líder de LFI, Jean-Luc Mélenchon -otro socialista rebotado-.

Tras otro nuevo revés del partido de François Mitterrand en las presidenciales de 2022 -el peor resultado con un 1,7 % de los sufragios con la alcaldesa parisina Anne Hidalgo como candidata-, el líder socialista firmó un pacto con Mélenchon para repartirse las circunscripciones que incluía también a ecologistas y comunistas.

Así salvó los muebles y mantuvo la treintena de diputados que había conservado tras la debacle de 2017 -cuando pasó de 295 a 31 asientos en la Asamblea Nacional-. Pero la alianza, conocida por sus siglas Nupes, mostró numerosas fracturas.

Ante las elecciones anticipadas de 2024, la izquierda, pese a sus querellas, volvió a ponerse de acuerdo para presentarse junta, bajo la denominación de Nuevo Frente Popular (NFP). La inminencia de una mayoría absoluta de la ultraderecha de Marine Le Pen les apremiaba.

Esta vez la izquierda mejoró sus resultados de 2022 y fue la primera en escaños, pero lejos de la mayoría absoluta, y los socialistas duplicaron sus diputados, hasta los 61.

Pero el matrimonio de conveniencia duró tan solo unos meses. La posición del LFI sobre la situación en Gaza, considerada por sus críticos como hostilmente antisemita, fue una de las gotas que colmaron el vaso.

Admirador del modelo de coalición que encabeza el presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, Faure espera de nuevo vencer la oposición de los barones del PS con su discurso en favor de una unión progresista pero excluyendo al LFI.

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