“Hoy se cumplen cinco meses desde la desaparición forzada de detención arbitraria de mi esposo Rafael Tudares Bracho, insisto, mi lucha es netamente humanitaria, nosotros no somos políticos, nosotros no tenemos incidencia alguna en la política”, indicó Mariana González en un vídeo publicado en X.
Insistió en que su esposo no ha cometido “ningún delito y ser familia o yerno de Edmundo González Urrutia no es un delito”.
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Pide fe de vida
“Exijo una fe de vida para saber cómo está mi esposo, no sé dónde está con exactitud, no he podido tener una llamada telefónica, no me han permitido visitarlo”, añadió.
González indicó que lo que están haciendo con Rafael Tudares es “una crueldad”.
“Mis hijos están creciendo sin su padre, mi suegra añora tener a su hijo nuevamente en casa”, apostilló.
Asimismo, dijo que ha seguido “todos los pasos legales” que establecen las leyes venezolanas con la “esperanza” de poder tener información sobre su esposo.
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En mayo pasado, González denunció un “inconstitucional proceso penal que se pretende seguir” contra su esposo, cuando se tenía prevista la audiencia preliminar, a la que dijo no pudo asistir.
En un comunicado, señaló entonces que, según la Defensa Pública, Tudares sería “trasladado a tribunales en horas de la noche” desde “el desconocido lugar” donde se encuentra recluido, y aseguró haber recibido “la advertencia” de que no se puede “acercar a ese acto”.
Indicó también que Tudares es acusado de “ser supuestamente representante legal” de González Urrutia “con respecto a alguna propiedad”, así como de “ser yerno” del opositor, quien reclama desde el exilio la Presidencia venezolana, al reivindicar su victoria en las elecciones de 2024 frente al mandatario Nicolás Maduro, proclamado ganador por el organismo comicial, controlado por rectores afines al chavismo.
La detención de Tudares se produjo el pasado 7 de enero, el mismo día en el que fueron arrestados el defensor de derechos humanos Carlos Correa -ya excarcelado- y el excandidato presidencial antichavista Enrique Márquez.