Esos 7.000 euros de su sueldo como parlamentaria europea los donará a los organizadores del Orgullo de Budapest para cubrir los costes legales y las multas administrativas que puedan surgir en caso de que el Gobierno húngaro vete la marcha.
“La Comisión Europea y los Estados miembros llevan años observando cómo (el primer ministro) Orbán oprime sistemáticamente a las personas ‘queer’, a las minorías y a los grupos marginados. No podemos hablar de valores europeos si estos valores se pisotean en un Estado miembro sin consecuencias”, afirmó la eurodiputada en la nota de prensa.
“Es una vergüenza que hayamos permitido que esto llegue tan lejos”, continuó Schilling.
El Gobierno de Orbán impulsó el pasado marzo una reforma legal que prohíbe celebrar manifestaciones que representen la homosexualidad o a minorías sexuales por considerar que puede significar una violación de los derechos de los niños y ponen en peligro el desarrollo que considera “adecuado”.
El alcalde de Budapest, el progresista Gergely Karácsony, anunció el lunes que la ciudad resucitará la “fiesta de la libertad” (que se celebraba en conmemoración de la salida de los soldados soviéticos) y que este año recibirá el nombre de “fiesta del orgullo de Budapest”.
Karácsony dijo que “la fiesta del orgullo de Budapest es un evento municipal y conforme a las leyes vigentes no requiere ningún permiso oficial”, algo que la formación de Orbán ya ha cuestionado.
Según el alcalde, el evento “defenderá la libertad y la igualdad de derechos” y en inglés llevará el nombre de “Budapest Pride”.
Schilling anunció que acudirá a la marcha junto con otros 20 eurodiputados del grupo de Los Verdes.