En medio del cambio de política arancelaria del gobierno de Donald Trump y un aumento de la incertidumbre geopolítica, el banco central estadounidense mantuvo sus tasas de referencia entre 4,25% y 4,5%, aunque sigue apostando por dos recortes en lo que resta del año.
En un comunicado añadió que “la incertidumbre sobre la perspectiva económica bajó pero sigue alta”, en tanto el PIB crecerá menos de lo previsto y la inflación será más elevada.