La portavoz de la Cancillería china Mao Ning acusó hoy en una rueda de prensa al dalái lama de “participar en actividades separatistas contra China bajo el pretexto de la religión”.
Mao aseveró que “la economía tibetana actual está en auge, la sociedad es armoniosa y estable y las tradiciones culturales se protegen y promueven” bajo la dirección del Partido Comunista Chino (PCCh).
“Instamos a Estados Unidos a que reconozca plenamente la importancia y la sensibilidad de los asuntos relacionados con el Tíbet”, agregó la vocera, quien pidió a ese país “no interferir” en sus “asuntos internos”.
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En un comunicado, Rubio reafirmó el apoyo de su país al derecho de los tibetanos a “elegir y venerar libremente a sus líderes religiosos sin interferencias”, en un mensaje interpretado como una advertencia directa a China.
El pasado martes, el líder budista, que reside en la India desde 1959, tras su huida del Tíbet, anunció una próxima reencarnación que será gestionada por su círculo más cercano, lo que ha supuesto un desafío directo a China, que se anexionó el Tíbet e insiste en que la “reencarnación” es un asunto político interno sujeto a la aprobación del Estado.