Donald Trump comenzó a enviar cartas el lunes a los países con superávit comercial con Estados Unidos en las que especifica los gravámenes adicionales que tendrán que pagar a partir del 1 de agosto si las negociaciones no prosperan.
En respuesta durante una minicumbre con países africanos, Trump se quejó de Brasil, gobernado por el presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, con quien mantiene una relación tirante.
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“Tendremos un par más (de cartas) que saldrán hoy” y Brasil recibirá una “esta tarde o mañana por la mañana”, dijo Trump tras revelar siete misivas. Seis destinadas a Argelia, Brunéi, Irak, Libia, Moldavia y Filipinas, y una más tarde para Sri Lanka.
Hace unos días el presidente republicano hizo una advertencia a los BRICS, un bloque formado por 11 economías emergentes, incluidas Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
“A cualquier país que se alinee con las políticas antiestadounidenses de los BRICS se le cobrará un arancel ADICIONAL del 10%. No habrá excepciones a esta política”, afirmó Trump el domingo en su plataforma Truth Social.
“No queremos un emperador”
Un comentario al que Lula respondió sin rodeos. “No queremos un emperador”, afirmó al día siguiente en la cumbre de los BRICS en Río de Janeiro.
La relación de Trump con Lula contrasta con la que mantuvo durante su primer mandato (2016-2021) con el expresidente brasileño ultraderechista Jair Bolsonaro, juzgado por intento de golpe de Estado.
De hecho hoy el gobierno de Brasil citó al representante de negocios de Estados Unidos para protestar contra el apoyo mostrado por la embajada estadounidense a Bolsonaro.