Se cumplen 31 años del atentado más grave en la historia argentina: el ataque contra la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), ocurrido el 18 de julio de 1994 en pleno centro de Buenos Aires. La explosión dejó un saldo de 85 muertos y más de 300 heridos, marcando un antes y un después en la historia del país.
El ataque: 31 años sin respuestas
A las 9:53 de la mañana de aquel lunes, una camioneta Renault Trafic cargada con explosivos detonó frente al edificio de la AMIA, ubicado en Pasteur 633, en el barrio de Once. El edificio quedó reducido a escombros. “Fue un acto terrorista de características internacionales, un crimen de lesa humanidad”, afirma Memoria Activa, una de las organizaciones de familiares de víctimas.
A pesar de las tres décadas transcurridas, el caso sigue sin esclarecerse. La investigación judicial no ha logrado condenar a los responsables materiales ni a los autores intelectuales. La causa principal fue anulada en 2004 por “graves irregularidades”, según dictaminó el Tribunal Oral Federal N° 3.

El rol de Irán y Hezbollah, en la mira
En 2006, el fiscal especial Alberto Nisman acusó formalmente al gobierno de Irán y al grupo Hezbollah de haber planificado y ejecutado el atentado. Según su investigación, ordenada por la entonces Unidad Fiscal AMIA, el ataque fue una represalia por la suspensión de un acuerdo nuclear entre Argentina e Irán en los años 90.
La Justicia argentina pidió la captura internacional de varios exfuncionarios iraníes, incluidos el exministro de Defensa, Ahmad Vahidi, y el exagregado cultural en Buenos Aires, Mohsen Rabbani. Interpol mantiene vigentes las alertas rojas contra cinco ciudadanos iraníes, aunque Teherán sigue negando cualquier vinculación.
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Encubrimiento y escándalos judiciales
Uno de los capítulos más oscuros del caso es el proceso por encubrimiento, en el que estuvieron implicados jueces, fiscales y funcionarios del Estado argentino. En 2019, el expresidente Carlos Menem fue absuelto, pero fueron condenados el exjuez Juan José Galeano y otros exfuncionarios por “graves irregularidades en la investigación”, según dictó el Tribunal Oral Federal N° 2.
“Hubo una decisión política de desviar la investigación hacia un grupo de policías bonaerenses inocentes, lo que significó una burla para las víctimas”, denunció en conferencia de prensa Diana Malamud, de Memoria Activa.

La muerte de Nisman, otro capítulo trágico
En enero de 2015, el fiscal Alberto Nisman fue hallado muerto en su departamento, con un disparo en la cabeza. Su muerte ocurrió días después de haber denunciado a la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner por supuesto encubrimiento en el marco del memorándum de entendimiento con Irán.
La causa por la muerte de Nisman sigue abierta. La Corte Suprema de Justicia de Argentina ratificó en 2018 que se trató de un homicidio y no de un suicidio. Aún no hay responsables identificados.
Los familiares: entre el dolor y la lucha
A 31 años del ataque, los familiares de las víctimas mantienen la lucha por justicia. “Cada año renovamos el compromiso de no dejar que el caso quede en el olvido”, expresó Sergio Burstein, de la agrupación Familiares y Amigos de las Víctimas.
Cada 18 de julio, los actos de recordación se multiplican en Buenos Aires y en otras ciudades del país. El lema de este año es: “31 años sin Justicia. 31 años de impunidad”.
Argentina y la amenaza terrorista
El atentado a la AMIA fue el segundo ataque terrorista en Argentina en la década del 90. Dos años antes, en 1992, un coche bomba había destruido la embajada de Israel en Buenos Aires, causando 29 muertos. Ambos ataques están relacionados, según informes de la CIA y la Mossad, citados por The New York Times en su cobertura de 2015.
La Argentina quedó desde entonces en el radar del terrorismo internacional, aunque los sucesivos gobiernos no lograron avanzar en acuerdos efectivos para detener a los sospechosos.
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Hezbollah, Tri-Border y lavado de dinero
Un punto clave en la investigación es la conexión con la llamada Triple Frontera, donde confluyen Paraguay, Brasil y Argentina. Según informes de la Unidad de Información Financiera (UIF), citados por La Nación, la zona es considerada un punto de recaudación de fondos ilegales para Hezbollah a través de contrabando y lavado de dinero.
El exdirector de la SIDE, Hugo Anzorreguy, declaró en el juicio por encubrimiento que “la pista internacional fue deliberadamente abandonada durante años”.
Los reclamos al Estado argentino
Organismos de derechos humanos y familiares de las víctimas han denunciado al Estado argentino ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por no garantizar justicia ni esclarecer los hechos. “La impunidad es responsabilidad del Estado”, subrayó Shimon Samuels, del Centro Simon Wiesenthal, en un comunicado.
La CIDH admitió el caso en 2014 y aún lo analiza.
Una herida que sigue abierta
El atentado a la AMIA no solo dejó muertos y heridos, sino también una fractura profunda en la sociedad argentina. “Es la deuda pendiente más vergonzosa de la democracia”, resumió el periodista Horacio Verbitsky en un artículo publicado en Página/12.
La búsqueda de justicia continúa, mientras los familiares, año tras año, insisten en que la memoria no se negocia.