En una rueda de prensa en Venecia para presentar su película, el cineasta estadounidense señaló que se enteró cuando ya había firmado el acuerdo de coproducción de que Mubi había invertido 100 millones de dólares en Sequoia Capital, una de las inversoras principales de una ‘startup’ de tecnología de defensa fundada por unidades de inteligencia israelíes en respuesta a los atentados terroristas del 7 de octubre.
Jarmusch aseguró que tiene “una muy buena relación con Jason Ropell”, director de Contenido de Mubi, empresa con la que mantenía una relación desde mucho antes de que se conocieran esos hechos.
“Por supuesto, me sentí decepcionado y bastante desconcertado por esta relación (entre Mubi y Sequoia)”, dijo Jarmusch, quien, aunque señaló al periodista que se dirigiera a Mubi para hablar de este tema, reconoció que estaba “preocupado”, también porque tiene un acuerdo de distribución con la empresa para algunos territorios.
“Soy un cineasta independiente y he recibido dinero de diversas fuentes para poder hacer mis películas. Considero que casi todo el dinero corporativo es sucio. Si analizas cada una de estas compañías cinematográficas y sus estructuras de financiación, encontrarás mucha suciedad. Puedes evitarlo y no hacer películas. Pero las películas son mi forma de transmitir lo que me gusta decir”, agregó el cineasta.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Pero quiso precisar que no le gusta que la responsabilidad de dar explicaciones recaiga sobre los artistas. “No somos nosotros. Ni es solo Mubi, también hay otras compañías”.
Jarmusch se unía así a diversas reacciones desde el mundo del cine contra Mubi cuando se conoció su relación con Sequoia Capital.
Incluso un grupo de artistas vinculados a la distribuidora -entre ellos Aki Kaurismäki, Joshua Oppenheimer, Miguel Gomes, Camilo Restrepo o Nahuel Perez Biscayart- firmaron el pasado mes de julio una carta abierta instando a Mubi a reconsiderar su relación con Sequoia y a condenar públicamente a la compañía por lo que describe como “lucro genocida”.
Una de las actrices del filme de Jarmusch presentado en Venecia, Indya Moore, quiso opinar sobre este asunto y aseguró que “desde que comenzó el genocidio de los palestinos, la gente del cine está tratando de “descubrir cómo trabajar de forma ética y sin ser permisiva”.
En su opinión se ha producido “una increíble cantidad de guerra creativa y de guerra de recursos detrás de escena” en Hollywood por esa razón y todavía no saben cómo sortear este problema y sobrevivir.
“Compartimos el planeta con mucha gente que piensa cosas diferentes y que se comporta de forma diferente. Mi esperanza es que la gente responsable de hacer daño se sientan incómodos por trabajar con gente que sabe que lo están haciendo mal”, agregó.
La guerra en Gaza esta siendo un asunto que sale recurrentemente en este Festival de Venecia y ayer se celebró una manifestación en el Lido, donde se celebra la Mostra, en la que miles de personas denunciaron el “genocidio” perpetrado por Israel en Gaza.
Además en la competición por el León de Oro de esta 82 edición de la Mostra se espera con expectación la película ‘The voice of Hind Rajab’, que rememora a una niña asesinada al quedar atrapada en un coche en un bombardeo israelí.