El acuerdo une al bloque suramericano con la EFTA, fundada en 1960 e integrada por Islandia, Noruega, Suiza y Liechtenstein, países con alto nivel de renta per cápita y en el que Suiza tiene vínculos económicos relevantes con el Mercosur.
Tras ocho años de negociaciones, el acuerdo, que beneficiarán al 97% de las exportaciones de ambos bloques, será suscrito en el Palacio de Itamaraty de Río de Janeiro, durante una reunión informal de cancilleres del Mercosur.
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La firma marca el cierre de un proceso iniciado en 2017, que incluyó 14 rondas de negociación y que terminó en julio de este año, en Buenos Aires, en la cumbre del Mercosur en Argentina.
El tratado
El tratado abarcará el comercio de bienes y servicios, inversiones, propiedad intelectual, compras públicas, competencia, reglas de origen, defensa comercial, medidas sanitarias y fitosanitarias, obstáculos técnicos al comercio, asuntos legales y solución de controversias, e incluirá un capítulo de comercio y desarrollo sostenible.
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Su entrada en vigor no será inmediata y dependerá de la aprobación parlamentaria en cada nación, un proceso que podría extenderse por hasta 2026, según fuentes diplomáticas.
En 2024 el Mercosur exportó bienes a la EFTA por 3.373 millones de dólares e importó productos por 3.824 millones, con Suiza como principal socio comercial.
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Multinacionales de países de EFTA
En el bloque sudamericano, fundado en 1991 por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, y al que Bolivia está en proceso de adhesión, están presentes importantes multinacionales suizas como Nestlé, Syngenta, Novartis, Holcim y Glencore.
Las perspectivas de integración regional también se debatirán durante la cita ministerial del Mercosur, pues están entre las prioridades de Brasil como presidente temporal del bloque, según lo informado por la Cancillería brasileña.
“Para Brasil, la consolidación de la unión aduanera, la diversificación de las alianzas económicas y comerciales del Mercosur y la modernización y profundización de los acuerdos regionales vigentes son objetivos esenciales, en el contexto de un escenario internacional robusto y complejo”, señaló la cartera de exteriores en un comunicado.
Efecto aranceles impunitivos
Aunque no fue mencionado en concreto, el comunicado deja entrever que las medidas proteccionistas impulsadas por el Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, estará en la mesa de discusiones.
El asunto es de especial interés para Brasil luego de que Washington impusiera aranceles del 50 % para productos brasileños en represalia por el juicio contra el exmandatario Jair Bolsonaro, que el jueves pasado culminó con una condena de 27 años y tres meses de prisión para el líder ultra por golpismo.
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Las negociaciones con la EFTA avanzaron simultáneamente a las conversaciones que el bloque lleva a cabo para culminar el acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, que ha sido remitido al Consejo Europeo para su aprobación.
Tanto Brasil como varios líderes europeos han manifestado que esperan firmar el acuerdo en la cumbre del Mercosur del próximo diciembre, en Brasilia.
En la reunión de Río de Janeiro, los cancilleres también abordarán el apoyo al proceso de adhesión plena de Bolivia al Mercosur y lanzarán una estrategia del bloque para combatir el crimen organizado.