El precio del oro alcanzó el récord durante la sesión de 3.791,1 dólares, con un alza del 1,18% respecto al cierre del lunes, 3.746,7 dólares (en la víspera también había marcado otro máximo intradía en 3.748,84 dólares), según datos de Bloomberg recogidos por EFE.
El metal dorado tradicionalmente es visto como un refugio de valor y de confianza.
Con la subida de los últimos días, la revalorización del año se acerca al 42%, y solo en septiembre el 8%.
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El plan de China
El analista de mercados Manuel Pinto explicó que “el oro revalida máximos al publicarse el plan de China de convertirse en custodio de las reservas soberanas de oro extranjero, en un intento por fortalecer su posición en el mercado mundial del metal precioso”.
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Además, en la cotización del metal precioso sigue influyendo el recorte de los tipos de interés en Estados Unidos (EE.UU.), la desconfianza sobre la inflación y los continuos ataques del presidente estadounidense, Donald Trump, a la independencia del banco central de su país.
Pinto añadió que “tampoco han ayudado las dudas sobre el mercado laboral, las políticas de inmigración y la nueva comisión a las visas en EE.UU.”.
Reacción a recortes de la Fed
El director de Investigación Next Generation de Julius Baer, Carsten Menke, señaló que tanto el oro como la plata “han acelerado su ritmo tras una reacción inicialmente moderada al recorte de tipos de interés de la Reserva Federal (banco central de EE.UU.) la semana pasada”.
Menke añadió que sus precios “parecen estar totalmente centrados en las perspectivas de crecimiento y la política monetaria” estadounidense, por lo que “las expectativas de nuevos recortes de tipos se han convertido en un factor clave” en su cotización, lo que ha impulsado su demanda, así como la vuelta al mercado del oro de los bancos centrales.
Para el analista de IG Sergio Ávila, los nuevos máximos del precio del oro reflejan “la combinación de expectativas monetarias, incertidumbre macroeconómica y la búsqueda de activos refugio por parte de los inversores”.
Dos posibles bajas
En esa tendencia participan la posibilidad de “dos bajas -de tipos- adicionales de 25 puntos básicos antes del final de año” en Estados Unidos, dado que “un entorno de tipos más bajos hace que los activos que no generan intereses, como el oro, ganen atractivo frente a los bonos u otros instrumentos de renta fija”.
Además, influyen “la desaceleración del mercado laboral en Estados Unidos y la incertidumbre geopolítica global refuerzan la búsqueda de seguridad”, por lo que el actual precio del oro “es una señal de que los inversores están priorizando la estabilidad frente a una rentabilidad inmediata”.